lunes, 21 de mayo de 2007

¿HACIA DÓNDE VA EUROPA?

Por Rubén Alvarez

Ya pasado el Día de Europa, que ha destacado en 2007 por las conmemoraciones de los 50 años de la firma del Tratado de Roma y el nacimiento de la UE

En 1979, los ciudadanos europeos eligieron directamente por vez primera a los diputados que les representarían en el Parlamento Europeo.
En 1987 se concedieron las primeras becas del Programa Erasmus para cursar estudios en el extranjero.
En 1993 nació el mercado único, que es el mayor mercado interior del mundo industrializado, y el Tratado de Maastricht dio un impulso decisivo a la integración.
En 1995, el innovador Convenio de Schengen dio luz verde a los viajes sin pasaporte.
En el 2002 llegó el euro. La prosperidad económica ha aumentado desde que se eliminaron los obstáculos al comercio y la libre circulación. En 2004 la UE experimentó su mayor ampliación con la adhesión de 10 nuevos países. Al ingresar Bulgaria y Rumanía en 2007, los Estados miembros han pasado a ser 27. Se ha recorrido un largo camino desde el Tratado de Roma.

Hoy se cumplen 50 años de la firma del tratado de Roma. La UE vive un período de incertidumbre y de dudas sobre sí misma. La Declaración de Berlín, que se firma esta mañana, pone de manifiesto las profundas diferencias entre los socios del "club europeo".
Las elecciones francesas marcarán el inicio de nuevas generaciones para renegociar la Constitución.

Zapatero y Rajoy están en Berlín, donde celebran el aniversario europeo. Los líderes europeos buscan hoy en el 50 cumpleaños de la firma del Tratado de Roma un impulso para salir de la crisis que mantiene bloqueada la UE desde que hace casi dos años Francia y Países Bajos dijeran 'no' en referéndum al Tratado Constitucional.

La canciller alemana, Ángela Merkel, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Poettering, firmarán la 'Declaración de Berlín', en la que los Veintisiete países se comprometen a encontrar una solución antes de las elecciones al Parlamento Europeo de la primavera de 2009.

La elaboración de la Declaración de Berlín ha puesto de relieve una vez más las profundas divergencias entre los Estados miembros sobre lo que debe ser el proyecto europeo, pese a que la presidencia alemana ha tratado de crear un ambiente positivo que acabe con el europesimismo reinante en la UE y que permita retomar las negociaciones sobre la reforma institucional.

Polonia y República Checa han amenazado hasta el último minuto con vetar el texto, y al final se ha evitado cualquier mención al Tratado Constitucional y no se ofrece ninguna receta para superar la crisis.

"Con la “unificación” europea se ha hecho realidad un sueño de generaciones anteriores. Nuestra historia nos reclama que preservemos esta ventura para las generaciones venideras. Para ello debemos seguir adaptando la estructura política de Europa a la evolución de los tiempos. Henos aquí, por tanto, cincuenta años después de la firma de los Tratados de Roma, unidos en el empeño de dotar a la Unión Europea de fundamentos comunes renovados de aquí a las elecciones al Parlamento Europeo de 2009. Porque sabemos que Europa es nuestro futuro común", se limita a señalar el borrador.

Pendientes de Francia

La tarea más difícil para Angela Merkel comenzó al día siguiente de las elecciones presidenciales francesas, momento en el que se intensificó las consultas entre los Estados miembros para encontrar una 'Hoja de Ruta' sobre la reforma constitucional, que tiene que presentarse en junio, y convencer a los países que, aunque firmaron la Constitución, han mostrado su rechazo a retomar el texto, como Países Bajos (donde la población ha dicho 'no'), Reino Unido, Polonia o República Checa, que no se han pronunciado sobre la ratificación.

Catorce años tras la caída del muro, Alemania aún está lejos de estar realmente reunificada. ¿Correrá el mismo destino la ampliación de la UE hacia el Este?.

¿Qué resulta si se cruza a un Ossi con un Wessi? (1) Otro arrogante más afiliado a la seguridad social. ¿Tan sólo un chiste o una expresión más de los prejuicios existentes entre “Ossis” y “Wessis”?. Incluso después de 14 años tras la caída del muro, el "muro en las cabezas" no quiere caer de una vez por todas. Si se da credibilidad a una encuesta de opinión del Instituto Forsa publicada en agosto del 2003 por encargo del canal de noticias N24, el 62% de los encuestados verían una gran diferencia entre la gente de la RFA y de la RDA. Esta sensación es compartida en mayor grado, en un 73%, por la población de Alemania del Este que por los alemanes occidentales (un 59%). ¿No deberían unirse aquellos que pertenecen realmente al mismo grupo?. ¿Por qué les parece entonces tanto a los ciudadanos de Alemania Occidental como a los del Este que “antes todo era mejor”?. ¿Qué razones hay para esa “nostalgia por el Este”? (2), ¿y se podrían sacar conclusiones a partir de la reunificación alemana y las relaciones internas alemanas sobre la futura ampliación europea hacia el Este?.



Paralelos entre la reunificación y la ampliación hacia el Este

Lo que vivió y sigue viviendo Alemania a raíz de la reunificación podría servir de ayuda en la ampliación hacia el Este de Europa para tratar con más sensibilidad una parte de los problemas que esta ampliación traerá consigo, ya que por el momento parece ser éste el caso. Sin embargo, por desgracia, el ser humano no parece aprender de sus errores.

Respecto a la entrada en la UE se va reduciendo. De igual manera que se presentan las deliberaciones en los medios de comunicación, los ciudadanos de los futuros países de la UE no deberían tener la sensación de que la UE es una “sociedad de segunda categoría”. A esto se le añaden recuerdos aún muy recientes, heridas aún muy profundas: muchos países fueron liberados de la represión de un ”poder superior” hace tan sólo 10 años. De la manera que se presenta actualmente la entrada a la UE, podría surgir de nuevo el miedo a la represión, esta vez por parte de Occidente.


Para convertirse en miembro de la UE, se deben reunir ciertas condiciones, como ser un país democrático y que en él haya igualdad entre los miembros de su sociedad. Si se exige y se espera esto del otro, uno mismo debe cumplir igualmente con ello, si no se pierde la credibilidad.

También Alemania se amplió en 1990 hacia el Este , tal y como la UE ahora. Sin embargo por aquel entonces la política, y una gran parte de la población de la Alemania Occidental, olvidó tratar a su compañero del Este como a un igual. Rápidamente se sacaron las calculadoras y se hicieron los cálculos de los costes de la reunificación y quién y cuándo sacaría provecho de ella.

El titular del diario del 30 de mayo del 2005 señalaba: “Francia rechaza la constitución europea y complica a la UE”, añadiendo:”El triunfo del no francés podría estancar la integración europea. El rechazo a la constitución europea.”

El titular del jueves 2 de junio del 2005 señalaba: “UE vive profunda crisis tras segundo rechazo a constitución.” Añadiendo: “Casi un 62% de los holandeses votó en contra del texto.” El comentario de los periódicos era en estos términos: El hecho deja en evidencia las contradicciones que aún conviven al interior de Europa sobre el proceso de unificación. Estos resultados se podrían convertir en una virtual lápida para el proceso de integración, a pesar de que más de la mitad de sus 25 miembros aún no se pronuncian. Tenemos que desacelerar la unificación. Un duro revés para la integración europea.

Los resultados vuelven a cuestionar un proceso que ha avanzado con lentitud desde que surgió la idea de una unidad económica de Europa, en la década del 50.

Hoy en la UE se pueden apreciar éxitos importantes, como el levantamiento de las fronteras y la creación del euro; pero también fracasos, como la política exterior y de seguridad comunes. En 1991, después de la caída del muro de Berlín, se vio un auge bastante grande por la unificación. Pero la profecía señalaba que esos acontecimientos tan promisorios por la unificación, no tenían futuro.

En el Tratado de Maastrich de 1992, se enfocaron en la seguridad comunes, pero los hechos han demostrado que los países de la UE aún no están en condiciones de actuar como una unidad en temas de política exterior. Eso quedó en evidencia durante la crisis por el conflicto en Irak en el 2003, cuando los principales países de la unión mantuvieron posiciones contradictorias. Por un lado Reino Unido, Italia y España apoyaron a Estados Unidos, mientras que Francia y Alemania lideraron lo posición contraria a la guerra contra Saddam Hussein.

Inglaterra estaría considerando dar por muerta la constitución e incluso no someterla a un referendum.

La principal razón de la unificación de la UE, sería contrarrestar a Estados Unidos. Las principales razones del “NO” a la constitución unificada son:

a) Temor a perder las identidades nacionales (nacionalismo). Este es uno de los principales argumentos, que sostiene el rechazo a la Constitución.
b) El deseo de una mayor democratización de las instituciones. La constitución crea un sistema representativo, donde los gobiernos de las naciones miembros son los que designan al presidente del Consejo Europeo. Se pide una participación más directa del ciudadano en las decisiones de la UE.

El pueblo les puso límites a sus líderes. Los gobernantes estaban muy entusiasmados con la unificación de Europa.


Las naciones de la Europa occidental desempeñan su papel en el magno drama que se desarrolla ante nosotros. ¿Qué vendrá luego? Nos acercamos al punto culminante de la visión de Daniel (Daniel 2:41-44) y al desenlace de la historia de este mundo. En la antigüedad cada imperio surgió, cumplió su destino, según el bosquejo divino, y se desmoronó luego.

De la imagen que vio Daniel dijo: “El sueño es verdadero y fiel su interpretación.” (Daniel 2:45).

Imagen: Daniel 2

Cabeza de oro:
Representa a Babilonia; 605 a 539 AC.
Brazos y pecho de plata: Representa a Medo-Persa; 539-331 AC
Vientre y muslos de bronce: Representa a Grecia; 331-168 AC.
Las piernas de Hierro: Representa a Roma Imperial y papal; 168 AC-476 DC.
Los pies de hierro y barro cocido: Representa a las naciones de Roma
Occidental (actual Europa); 476 DC- tiempo del fin.

Roma se dividiría en 10 partes:

1. Germanos o Alamanes (Alemania)
2. Francos (Francia)
3. Burgundios (Suiza)
4. Suevos (Portugal)
5. Sajones (Inglaterra-Bretaña)
6. Visigodos (España)
7. Lombardos (Italia)

Perecieron hace mucho:

8. Hérulos (Italia) Arrianos
9. Vándalos (África) Arrianos
10. Ostrogodos (Italia) Arrianos

“Los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; (Daniel 7:24)

El hierro mezclado con el barro, son un símbolo muy real de lo que serían los pueblos sucesores del Imperio Romano. Así como el hierro es firme, muchas naciones serían fuertes; y como el hierro es débil, otras naciones serían también débiles. A través de toda la historia, Europa Occidental tendría esta conformación. Naciones débiles y fuertes. Daniel profetizó que estas naciones jamás se unirían, a pesar de los esfuerzos humanos por lograrlo.

Los poderes Europeos intentaron mantener la paz estimulando las uniones matrimoniales entre diferentes componentes de la realeza de sus países. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, la gran mayoría de los miembros de las cortes reales europeas estaban vinculados entre sí por lazos familiares. La reina Victoria era conocida como la abuela de Europa; en cada casa reinante había descendientes suyos, ya fuera nieto o sobrino nieto.

En 1914, al iniciarse la Primera Guerrra Mundial, los reyes de España, Portugal, Italia, Dinamarca, Noruega, Alemania, etc. Eran hermanos, primos, tíos y sobrinos. Pero la profecía decía que “no se pegarán”. La iglesia medieval intentó unir a las potencias europeas en el denominado “Sacro Imperio Romano” bajo el liderazgo de Carlo Magno (siglo VIII), Carlos V (siglo XVI), Napoleón, el Kaiser Guillermo II y Adolfo Hitler. Todos intentaron unir Europa, pero todos fracasaron. Hitler declaró: “Fundaré un imperio que durará 1000 años". Todos han fracasado en fundar un imperio universal.

“Así como viste el hierro mezclado con barro, así se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro” (Daniel 2:43). Esto de las “Alianzas humanas” del texto bíblico, puede tratarse no solo de descendientes y matrimonios entre la realeza de distintos pueblos, sino que también puede tratarse de las migraciones de la población, pero que mantenían fuertes vínculos de nacionalismos.

“No se unirán”. La profecía Daniel ha soportado y soportará la prueba del tiempo. Algunas potencial mundiales han sido débiles y otras fuertes. El nacionalismo ha continuado con vigor. Las tentativas de convertir en un imperio único y grande las diversas naciones que surgieron del cuarto imperio han terminado en el fracaso. Ciertas secciones se han unido transitoriamente, pero la unión no resultó ni pacífica ni permanente.

Ha habido también muchas alianzas políticas entre las naciones. Estadistas de amplia visión, por diversos medios, han tratado de realizar una federación de naciones que se desempeñara eficazmente, pero todas esas tentativas se han frustrado.

La profecía no declara específicamente que no podría haber una unión transitoria de varios elementos, por medio de la fuerza de las armas, o de una dominación política. Pero si se intentase o se lograse formar tal unión, las naciones que la integrasen no se fusionarían orgánicamente, y continuarían sus recelos mutuos y hostiles. Una federación formada sobre tal fundamento está condenada a la ruina.

Estamos viviendo en el tiempo del fin, en los dedos de la estatua de la visión de Daniel. Debemos vivir como Daniel.

Tener un espíritu superior (Daniel 6:3).
Ser fiel (Daniel 6:4).
Ser una persona de oración (Daniel 6:10).
Dar un testimonio de servicio a Dios (Daniel 6:16).
Tener fe y confianza en Dios (Daniel 6:23).
Reconocer que estamos bajo la soberanía de Dios (Daniel 6:24,26,27).

Finalmente recordemos las palabras más importantes de esta profecía histórica: “En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre” (Daniel 2:44).

viernes, 18 de mayo de 2007

RESPLANDECER CON BRILLO VIVIENTE

Por Elena de White

Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Mal. 3: 17.

Los cristianos son las gemas de Cristo, compradas a un precio infinito. Deben resplandecer brillantemente para El, reflejando la luz de su hermosura. Y han de recordar siempre que todo el lustre que posee el carácter cristiano proviene del Sol de Justicia. El lustre de las joyas de Cristo depende del pulido que reciban. Dios no nos obliga a ser pulidos. Se nos deja en libertad de elegir ser pulidos o permanecer sin pulir. Pero todo el que sea declarado digno de un lugar en el templo de Dios debe someterse al proceso del pulimiento. Debe dar su consentimiento para que se corten los bordes ásperos de su carácter, a fin de que pueda ser simétrico y hermoso, idóneo para representar la perfección del carácter de Cristo.

Se deshonra al Señor cuando su pueblo no vive en la luz del Sol de Justicia ni refleja más luz que la de los guijarros comunes. Se lo deshonra cuando el servicio que se le presta está empañado con la lepra del egoísmo.

El divino Artífice dedica poco tiempo a material sin valor. Solamente pule las joyas preciosas para que sean dignas de un palacio. Con el martillo y el cincel elimina los bordes ásperos, preparándonos para ocupar un lugar en el templo de Dios. El proceso es severo y doloroso. Lastima el orgullo humano. Cristo corta profundamente en la experiencia que el hombre, en su autosuficiencia, considera como completa, y elimina el enaltecimiento propio del carácter. Quita las superficies excedentes, y aplicando la piedra a la rueda esmeril, la presiona a fin de que toda aspereza sea desgastada. Entonces, sosteniendo la joya ante la luz, el Maestro contempla en ella un reflejo de su propia imagen y la declara digna de un lugar en su templo.

¡Bienaventurada sea la experiencia, aunque severa, que da nuevo valor a la piedra, capacitándola para brillar con un resplandor viviente!

[El Señor] tiene obreros a los cuales llama de la pobreza y la oscuridad. Ocupados en los deberes cotidianos de la vida, y vestidos con ropas comunes, son considerados como de poco valor por los hombres. Pero Cristo ve en ellos posibilidades infinitas, y en sus manos llegarán a ser joyas preciosas, que resplandecerán brillantemente en el reino de Dios. "Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe" (Mal. 3: 17).
El perfecto conocimiento que Cristo tiene del carácter humano lo capacita para tratar con la mente. Dios sabe exactamente cómo tratar a cada alma. El no juzga como lo hacen los hombres. Conoce el valor real del material sobre el cual trabaja para capacitar a hombres y mujeres a fin que ocupen posiciones de confianza (Manuscrito 168, del 24 de diciembre de 1902, "El pecado de la maledicencia").


Hermano, si yo no hubiera recibido vituperios, tendría razones para preguntarme si era o no una hija de Dios, ocupada en su obra. Pero los he recibido en abundancia. El templo judío se construyó con piedras labradas a un gran costo de tiempo, dinero y trabajo. Fueron extraídas de las montañas y trabajadas para ocupar su lugar en el templo, de tal manera que cuando el edificio se completó no hubo sonido de hacha ni de martillo. Las piedras que están en el sagrado templo de Dios no fueron cortadas de los montes de Judea, sino reunidas de entre las naciones. No constituyen un material inerte que necesita martillo y cincel, sino son piedras vivientes que emiten luz. El gran Cortador de la verdad las tomó, de la cantera del mundo y las colocó bajo la mano del gran Maestro Constructor, y El las está puliendo en su taller, en este mundo, a fin de que todos los bordes ásperos sean eliminados, y que, mediante los golpes del martillo y del cincel, y escuadradas por la verdad de Dios, pulidas y refinadas, estén listas para ocupar el lugar en el templo espiritual de Dios.

Estamos ahora en el taller del Señor, y el proceso está avanzando en estas horas de prueba, a fin de hacernos idóneos para el templo glorioso. No podemos ser indiferentes y descuidados, y rehusar separamos del pecado, sino que debemos morir a nuestros defectos de carácter con el anhelo de llegar a ser puros, santos y labrados como piedras de un palacio. Cuando Cristo venga, será demasiado tarde para corregir lo erróneo, para que el carácter cambie, para obtener un carácter santo. Ahora es el día de preparación; ahora es cuando podemos eliminar nuestros defectos. Nuestros pecados serán escudriñados en el juicio, y deben ser confesados y abandonados, a fin de que el perdón sea escrito frente a nuestros nombres. Que el Señor nos ayude para que los que enseñamos la verdad seamos modelos de piedad (Carta 60, del 25 de diciembre de 1886, dirigida a Juan Corliss y esposa, pioneros en Australia). 372

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación".

El llanto al que se alude aquí es la verdadera tristeza de corazón por haber pecado. Dice Jesús: "y yo, si fuere levantado de la tierras a todos atraeré a mí mismo" (S. Juan 12:32).* A medida que una persona se siente persuadida a mirar a Cristo levantado en la cruz, percibe la pecaminosidad del ser humano. Comprende que es el pecado lo que azotó y Crucificó al Señor de la gloria. Reconoce que aunque se lo amó con cariño indecible, su vida ha sido un espectáculo continuo de ingratitud y rebelión Abandonó a su mejor Amigo y abusó del don más precioso del cielo. El mismo crucificó nuevamente al Hijo de Dios y traspasó otra vez su corazón sangrante y agobiado. Lo separa de Dios un abismo ancho, negro y hondo, y llora con corazón quebrantado.

Ese llanto recibirá "consolación". Dios nos revela nuestra culpabilidad para que nos refugiemos en Cristo y para que por él seamos librados de la esclavitud del pecado, a fin de que nos regocijemos en: la libertad de los hijos de Dios. Con verdadera contrición, podemos llegar al pie de la cruz y depositar allí nuestras cargas.

Hay también en las palabras del Salvador un mensaje de consuelo para los que sufren aflicción o la pérdida de un ser querido. Nuestras tristezas no brotan de la tierra. Dios "no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres". Cuando él permite que suframos pruebas y aflicciones, es "para lo que nos es provechosos para que participemos de su santidad" (Lamentaciones 3:33; Hebreos 12:10).* Si la recibimos con fe, la prueba que parece tan amarga y difícil de soportar resultará una bendición. El golpe cruel que marchita los gozos terrenales nos hará dirigir los ojos al cielo. ¡Cuántos son los que nunca habrían conocido a Jesús si la tristeza no los hubiera movido a buscar consuelo en él! Las pruebas de la vida son los instrumentos de Dios para eliminar de nuestro carácter toda impureza y tosquedad. Mientras nos labran, escuadran, cincelan, pulen y bruñen, el proceso resulta penoso, y es duro ser oprimido contra la muela de esmeril. Pero la piedra sale preparada para ocupar su lugar en el templo celestial. El Señor no ejecuta trabajo tan consumado y cuidadoso en material inútil. Únicamente sus piedras preciosas se labran a manera de las de un palacio.

El Señor obrará para cuantos depositen su confianza en él. Los fieles ganarán victorias preciosas, aprenderán lecciones de gran valor y tendrán experiencias de gran provecho.

Nuestro Padre celestial no se olvida de los angustiados. Cuando David subió al monte de los Olivos, "llorando, llevando la cabeza cubierta, y los pies descalzos" (2 Samuel 15:30)*, el Señor lo miró compasivamente. David iba vestido de cilicio, y la conciencia lo atormentaba. Demostraba su contrición por las señales visibles de la humillación que se imponía. Con lágrimas y corazón quebrantado presentó su caso a Dios, y el Señor no abandonó a su siervo. Jamás estuvo David tan cerca del amor infinito como cuando, hostigado por la conciencia, huyó de sus enemigos, incitados a rebelión por su propio hijo. Dice el Señor: "Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete" (Apocalipsis 3:19).* Cristo levanta el corazón contrito y refina el alma que llora hasta hacer de ella su morada.

Mas cuando nos llega la tribulación, ¡cuántos somos los que pensamos como Jacob! Imaginamos que es la mano de un enemigo y luchamos a ciegas en la oscuridad, hasta que se nos agota la fuerza, y no logramos consuelo ni rescate. El toque divino al rayar el día fue lo que reveló a Jacob con quién estaba luchando: el Ángel del pacto. Lloroso e impotente, se refugió en el seno del Amor infinito para recibir la bendición que su alma anhelaba. Nosotros también necesitamos aprender que las pruebas implican beneficios y que no debemos menospreciar el castigo del Señor ni desmayar cuando él nos reprende.

"Bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga... Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; él hiere, y sus manos curan. En seis tribulaciones te librará, y en la séptima no te tocará mal"(Job 5:17-19).* A todos los afligidos viene Jesús con el ministerio de curación. El duelo, el dolor y la aflicción pueden iluminarse con revelaciones preciosas de su presencia.

Dios no desea que quedemos abrumados de tristeza, con el corazón angustiado y quebrantado. Quiere que alcemos los ojos y veamos su rostro amante. El bendito Salvador está cerca de muchos cuyos ojos están tan llenos de lágrimas que no pueden percibirlo. Anhela estrechar nuestra mano; desea que lo miremos con fe sencilla y que le permitamos que nos guíe. Su corazón conoce nuestras pesadumbres, aflicciones y pruebas. Nos ha amado con un amor sempiterno y nos ha rodeado de misericordia. Podemos apoyar el corazón en él y meditar a todas horas en su bondad. El elevará el alma más allá de la tristeza y perplejidad cotidianas, hasta un reino de paz.

Pensad en esto, hijos de las penas y del sufrimiento, y regocijaos en la esperanza. "Esta es la victoria que vence al mundo.., nuestra fe"(1 S.Juan 5 :4).*

Bienaventurados también los que con Jesús lloran llenos de compasión por las tristezas del mundo y se afligen por los pecados que se cometen en él y, al llorar, no piensan en sí mismos. Jesús fue Varón de dolores, y su corazón sufrió una angustia indecible. Su espíritu fue desgarrado y abrumado por las transgresiones de los hombres. Trabajó con celo consumidor para aliviar las necesidades y los pesares de la humanidad, y se le agobió el corazón al ver que las multitudes se negaban a venir a él para obtener la vida. Todos los que siguen a Cristo, y compartirán también la gloria que será revelada. Estuvieron unidos con él en su obra, apuraron con él la copa del dolor, y participan también de su regocijo.

Por medio del sufrimiento, Jesús se preparó para el ministerio de consolación. Fue afligido por toda angustia de la humanidad, y "en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados" (Hebreos 2:18; Isaías 63:9).* Quien haya participado de esta comunión de sus padecimientos tiene el privilegio de participar, también de su ministerio. "Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación". El Señor tiene gracia especial para los que lloran, y hay en ella poder para enternecer los corazones y ganar a las almas. Su amor se abre paso en el alma herida y afligida, y se convierte en bálsamo curativo para cuantos lloran. El "Padre de misericordias y Dios de toda consolación..., nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios" (2 Corintios 1:3-5).*


Ninguna disciplina al tiempo presente es causa de gozo sino de tristeza, pero al final da fruto apacible (Hebreos 12).
La perspectiva del tiempo y de la experiencia generalmente es necesaria para apreciar plenamente la disciplina que se recibe. Cuando los niños y los jóvenes llegan a la madurez -y sólo entonces- pueden comprender todo lo que sus padres, maestros y amigos han contribuido en el desarrollo de su carácter. Este aprecio es, sin duda, un indicio seguro de madurez. Los cristianos maduros aprecian el valor disciplinario de las diversas vicisitudes de la vida mientras están pasando por ellas. Comprenden que el resentimiento frente a la disciplina divina es señal de puerilidad e inmadurez.

Las bestias sólo viven en el presente y para el presente; pero una de las características distintivas de los seres inteligentes es que pueden proyectarse hacia el pasado o el futuro por medio de la memoria o de la imaginación. En esta forma pueden estimar su situación actual dentro de la perspectiva del tiempo y de la experiencia, y decidir y actuar con inteligencia.
La manera como una persona puede contemplar el presente en relación con el pasado y el futuro es una medida bastante segura de que ha pasado de la niñez a la madurez. Otro tanto es cierto en el caso de la madurez cristiana, especialmente en relación con las vicisitudes disciplinarias de la vida. Felices aquellos cristianos que han aprendido a considerar las cosas del tiempo a la luz de la eternidad.

La disciplina siempre da "fruto apacible de justicia", si se acepta; rara vez, si es resistida; nunca, si es rechazada.

La disciplina se hace necesaria cuando surge un conflicto entre las tendencias y los deseos naturales y los principios correctos. El propósito de la disciplina es resolver ese conflicto armonizando las tendencias y los deseos naturales con los principios. Así, la disciplina produce paz. Las persona sometida a la disciplina se encuentra en paz con Dios, consigo misma y con sus prójimos.

Los que aceptan la preparación que proporcionan las vicisitudes disciplinarias, tienen el privilegio de disfrutar del "fruto apacible de justicia", que crece en el árbol de la obediencia a la voluntad revelada de Dios. Las vicisitudes disciplinarias son permitidas por un Padre celestial sabio y amoroso, con el propósito de que haya el "fruto apacible de justicia" que dé madurez a nuestra vida.

"Las manos caídas y las rodillas paralizadas" son símbolos de desánimo e inactividad. Representan la antítesis de la paciencia. El cristiano maduro no se cansa ni desmaya cuando pasa por la disciplina; no deja caer las manos ni vacilan sus rodillas. Como entiende no poco de la naturaleza y del propósito de la disciplina y tiene confianza en la sabiduría y la bondad de su Padre celestial, destierra el resentimiento, el desánimo y la inactividad. Cumple sus tareas con valor y confianza.

Son demasiados los cristianos que sufren de "rodillas paralizadas" y de "manos caídas". En vez de aceptar la disciplina del ciclo, comienzan a culpar a otros por las circunstancias desfavorables en que se encuentran. Rechazan la oportunidad que les proporciona su Padre celestial para desarrollar el carácter. Su vida comienza pronto a dar frutos de disensión y amargura, en vez del "fruto apacible de justicia"

La renuencia a aceptar la disciplina de la vida, lleva con frecuencia a una persona por caminos tortuosos. El cristiano maduro avanza por una senda derecha porque acepta con valor y confianza, sin vacilaciones ni quejas, las vicisitudes disciplinarias necesarias para la formación de un carácter cristiano simétrico. No trata de encontrar un desvío para evitar la disciplina, sino que prosigue por el camino verdadero y aprovecha las buenas oportunidades que la vida ofrece.

domingo, 6 de mayo de 2007

PROYECTO Y ESTILO DE VIDA


Un joven le decía a su novia: “Mi amor, cuando nos casemos me bastará verte para vivir”. Una vez que se casaron, un día el joven entró cansado y hambriento a la cocina, buscando algo para comer. La esposa le dijo: “¿pero tú no me decías que una vez casados te bastaría verme para vivir? Y ahora estás desesperado buscando qué comer”. El joven esposo respondió: “Sí, pero es que ahora tengo tanta hambre que ya ni te veo”. La previsión y responsabilidad es fundamental en la decisión de formar un hogar. Tener un proyecto de vida dirigido hacia una meta común que sea realista y funcional. Un proyecto de vida es bastante parecido al estilo de vida, es por eso la importancia de la compatibilidad de caracteres e intereses comunes, de los futuros esposos. El proyecto de vida subraya los aspectos prácticos de la ejecución; busca una síntesis adecuada de los aspectos motivacionales, cognoscitivos y ejecutivos del comportamiento. Considera al ser humano y su realidad. La realidad no se considera como algo determinado, establecido y necesario, sino como un conjunto de posibilidades y oportunidades, en el sentido de que toda realidad puede ser y no ser. Todo es probable y posible en distinto grado, y no hay razones determinantes para lo uno ni para lo otro. Al mismo tiempo, el ambiente siempre ofrece, con cierta abundancia, de posibilidades, oportunidades de acción para mejorar la vida de cada uno.

Toda vez que las alternativas desaparecen, se pasa de una visión probabilística a una visión determinista de la realidad. Se hablará entonces no de filosofía de la posibilidad, sino de filosofía de la necesidad. De aquí surge la distinción fundamental entre lo posible y lo virtual. Lo posible es que puede ser o suceder, y lo virtual es que está la capacidad para hacer o producir algo, aunque no lo produzca de hecho.

Lo posible nunca deja de ser tal, es decir, realidad que puede ser y no ser, que puede ser mejorada o empeorada. Lo posible es reconocimiento del pasado y del futuro en cuanto oportunidades de cambio real. Lo virtual, en cambio, es predeterminar hoy lo que ocurrirá mañana y asistir a su perfecta realización. La planificación no es otra cosa que la necesidad de capturar el futuro a través del presente.

Lo posible y lo virtual son el fundamento de dos filosofías opuestas: la filosofía de la libertad y la filosofía de la necesidad. De aquí nacen dos concepciones también opuestas de proyecto, de educación y de prevención: por un lado apertura a lo imprevisible y a la continua autoproyección, en la filosofía de lo posible o bien como planificación determinista de la “realidad”, que todavía no está presente, pero que será, de acuerdo con lo predeterminado en la filosofía de lo virtual.

En esta visión de la realidad, vive y actúa el hombre posible. El hombre es estructuralmente un ser inacabado, una tarea abierta que nunca se concluirá, porque sólo en él se dan la facticidad (pasado) y la posibilidad (futuro); lo que ya ha realizado de sí mismo y lo que le queda por realizar. Pasado y futuro deben estar presentes en la actualidad. El hombre revive continuamente, en forma creativa, su pasado, e interpreta y realiza sus posibilidades futuras y presentes, cualquiera sea la situación concreta en la que vive.

Entre estos dos aspectos de la vida del hombre, se produce una tensión, que nace de la insatisfacción del presente, y del deseo de otras posibilidades futuras. La tensión origina la motivación de superarse a sí mismo. El hombre es una contradicción que lucha permanentemente para conquistar su unidad, para volver a romperla.

En este contexto, la motivación básica de los actos humanos, es la búsqueda de incentivos y el aumento de la tensión. En el hombre normal, cierto grado de tensión es positiva y constructiva.

Al percibir sus limitaciones actuales, el hombre puede adoptar dos actitudes:

a) Asumir la responsabilidad de superar indefinidamente esta situación
b) Replegarse sobre sí mismo y aceptar la alienación que deriva de la sumisión y la conformidad con el presente.

En el primer caso el hombre se conquista y se construye poco a poco, en un clima de autenticidad y respeto; esta es la elaboración del “proyecto de vida”. En el segundo caso, “construye” la destrucción paulatina o rápida de su ser.

Sólo la primera actitud, es digna del hombre que se define como un ser que no puede vivir sin compromisos, sin tener una tarea a la que dedicarse. El ser humano descubre significados, pero también vive para asumirlos y realizarlos.

El proyecto de vida, no es otra cosa que la acción, siempre abierta y renovada, de superar el presente y abrirse camino hacia el futuro, a la conquista de sí mismo y del mundo en que se vive. La realización del proyecto, es decir, de una serie de posibilidades, abre caminos, alternativas y proyectos nuevos.

Una de las características básicas del proyecto de vida, es que nace de la realidad, se desarrolla y estructura en el plano simbólico o de la fantasía y después vuelve a cobrar realismo en la fase de ejecución, cuando el ser humano trata de dar forma al mundo y asimismo, según el modelo anticipatorio del proyecto.

¿Cómo construir un proyecto de vida?: Se pueden considerar pertinentes los siguientes elementos:

1) El proyecto es una formulación simbólica cognoscitiva.
2) Existe una relación estrecha entre las estructuras representativas (lo que pensamos), las motivacionales (lo que sentimos) y las ejecutivas (lo que hacemos).
3) El proyecto, es el resultado nunca acabado de un proceso constructivo, realizado por el joven, que utiliza oportunamente la experiencia anterior, sus posibilidades y las alternativas y oportunidades concretas que le ofrece el ambiente, en una cierta etapa de su vida; es la utilización de las alternativas reales y la forma en que la persona moldea la vida y es moldeada por ella.
4) En el proyecto de vida, se encuentran tanto las posibilidades, como las alternativas y las limitaciones que derivan del ambiente concreto en que se vive. El proyecto trata de armonizar lo real y lo ideal.
5) Para construir un proyecto de vida, es necesario evaluar las alternativas que se ofrecen, elegir entre ellas, integrarlas en un todo, ejecutarlo, readecuarlo a las nuevas exigencias, etc.
6) La orientación al futuro implica, necesariamente, que el hombre viva en un mundo de valores, porque la anticipación se hace a partir de sus preferencias.