miércoles, 22 de julio de 2009

CINCO COMPETENCIAS PARA EL SIGLO XXI



De entre los muchos temas que debieran considerarse en cualquier Reforma Educacional o ajuste a los programas de estudio y a las intenciones pedagógicas, este es uno de los fundamentales, pues necesitamos una Educación para el siglo XXI y en eso estamos bastante atrasados. Ello porque seguimos usando el modelo decimonónico que estuvo bien para la Sociedad Industrial, pero no para la Sociedad de la Información.
De entre los muchos temas que debieran considerarse en cualquier Reforma Educacional o ajuste a los programas de estudio y a las intenciones pedagógicas.
Me entero por José Joaquín Brunner que Howard Gardner ha publicado un libro sobre las capacidades fundamentales o tipos de mente que las personas requerirán para desempeñarse adecuadamente en situaciones previsibles e imprevisibles a lo largo de su vida. Ellas son:

1. Una mente disciplinada que trabaje ordenadamente y que sea formada en un modelo cognitivo académico a través de estudios formales de una profesión u oficio.

2. Una mente sintetizadora que busque, extraiga y ensamble información de múltiples fuentes disímiles y la convierta en conocimientos útiles para él y los demás.

3. Una mente creativa, que proponga nuevas ideas y que, incluso, si es necesario, arribe a propuestas novedosas o inusuales, pero prácticas, antes los requerimientos de solucionar problemas.

4. Una mente respetuosa de la diversidad, capaz de apreciar y valorar las diferencias individuales y colectivas, haciendo del sujeto un elemento integrador eficaz.

5. Una mente ética, capaz de considerar muy importante su aporte a la sociedad con irrestricto respeto de los derechos propios y ajenos como de sus obligaciones y responsabilidades.

Imposible no estar de acuerdo con estas propuestas que yo he resumido varias veces en la triple característica de una educación que permita formar personas que pasen por la vida con una mirada práctica, ética y crítica de cada una de las cosas que deban conocer o enfrentar.
El desafío es tener una verdadera educación fundada en una mirada de futuro, integradora y optimista, que permita a nuestros estudiantes desarrollar estas capacidades, sin truncar sus propias miradas y aspiraciones y potenciando sus talentos y formas de aprender y relacionarse. Para ello, se requiere un cambio urgente en la mirada docente y en la forma en que enfrentamos nuestra labor pedagógica.

Tenemos que poner los ojos y la mirada en el siglo XXI y abandonar las costumbres y prácticas que conocimos de niños y que reforzamos en la Universidad. Siento un profundo respeto por los profesores que tuve en cada una de mis etapas formativas, pero ahora hay que cambiar la metodología y hacernos cargo de las nuevas necesidades. Tal vez no siga la didáctica de mis viejos maestros, pero aprendí de ellos que un docente debe dar lo mejor a sus alumnos y que eso deber tener significación para ellos. Estoy seguro de que si yo estuviera hoy sentado como alumno, ellos estarían valorando e impulsando los cambios.
Sólo que ahora el profesor soy yo y el turno y la responsabilidad me corresponden.
Notas
(1) Howard Gardner, Five Minds for the Future.
Benedicto Gonzalez

martes, 21 de julio de 2009

BENEFICIOS DE DEJAR DE FUMAR


Te invito a dejar de fumar. Visualiza el siguiente enlace en internet:

http://www.3tv.cl/index.php?m=video&v=5143

¡Amate más!

viernes, 3 de julio de 2009

LA LEY DEL MAYOR ESFUERZO

Planificar no sirve de nada si no se lleva a cabo una correcta ejecución. En esta tarea, es clave contar con un equipo de trabajo bien seleccionado, disciplinado y mentalizado en avanzar hacia objetivos plenamente consensuados.

¿Por qué no logro bajar de peso? Esta es la pregunta recurrente de muchos hombres o mujeres que tienen un plan contratado en el gimnasio, pero que asisten muy ocasionalmente. En el lado opuesto, se encuentran aquellos que ejercitan tres veces a la semana sin falta y ostentan un cuerpo envidiable. La respuesta a estos resultados es clara: la constancia, la disciplina y la rigurosidad.

Ejemplos como el anterior existen miles en la vida cotidiana, donde el trabajo duro es parte esencial del éxito. En las organizaciones ocurre lo mismo. Una buena ejecución depende del desempeño de las personas que tienen la responsabilidad de llevar a cabo la planificación. La última línea del balance está en sus manos. Por ello, la formación de equipos de excelencia, mediante una buena selección del recurso humano, es de crucial importancia. Sin embargo, las buenas individualidades de nada servirán si estas personas no saben operar en equipo o si la empresa carece de una cultura que fomente la disciplina para la ejecución de las metas internas.

En este sentido, una compañía necesita ser proactiva y generar condiciones destinadas a obtener una cultura de la eficacia en su interior. Para lograrlo, existen actitudes y herramientas esenciales, algunas de ellas son: trabajar con el grupo de ejecutivos adecuados; comparar la forma de hacer las cosas con otras empresas de la industria (benchmarking); contar con los datos en forma oportuna; tener claro el foco de la compañía, diseñar un plan estratégico consensuado; asignar metas cuantitativas y sus responsables; y dotar a la empresa de un sistema de incentivo basado en el desempeño, que sea claro para los potenciales beneficiados. El final buscado es fácil de prever: que los planes de la compañía se transformen en hechos palpables.

Secretos de la ejecución

Una empresa que desee integrarse al limitado círculo de las compañías World Class debe trabajar en forma sistemática, en base a procesos predefinidos. Esto obliga a tener presente tres aspectos claves:
1. La ejecución es una disciplina y parte integral de la estrategia.
2. La ejecución es la mayor responsabilidad que le cabe al líder del negocio.
3. La ejecución es un elemento central (core element) de la cultura de la organización.

Para la buena ejecución es fundamental la definición de los pilares estratégicos, que son aquellos objetivos que sustentan la misión de la compañía. Sólo si alcanzamos dichos objetivos podremos cumplir con la misión. Por ejemplo, la misión para una empresa de retail podría ser: “Tener una eficiente administración de la venta de productos”, y su pilar: “Tener un excelente manejo de inventario”

Esto alude a los equipos de trabajo, que pueden definirse como un set distingible de dos o más individuos que interactúan interdependiente y recíprocamente, a fin de conseguir objetivos específicos, compartidos y valorados.

El compromiso del equipo
El trabajo grupal se verá facilitado mientras más parecidos sean sus miembros, ya que esto permite llegar antes a un entendimiento y, a la vez, agiliza la toma de decisiones. Sin embargo, esta homogeneidad puede traer consigo el peligro de cometer errores, ya que induce la exclusión de alternativas válidas. Aún así, siempre será una gran ventaja contar con equipos bien constituidos, ya que reduce los niveles de incertidumbre, son más certeras las decisiones estratégicas y sube la seguridad de las estructuras. Lo que debemos tener en cuenta es que el éxito depende de que cada individuo tenga claro su rol y sus responsabilidades dentro del grupo, como también las del resto de los integrantes.

Otro aspecto fundamental es que el equipo necesita un foco, contar en el horizonte con un proceso certero para poder realizar el trabajo en conjunto. Esto necesita una frecuencia establecida, tiempos y agenda de reuniones; metodologías para resolver problemas, tomar decisiones y avanzar en la ejecución; conocer las reglas del juego; generar métodos para “batallar” con los conflictos que puedan ocurrir; diseñar mecanismos de recompensa y tener una forma establecida para la revisión de los resultados.

Ahora bien, una empresa no logra el compromiso (commitment) integral de sus cuadros a menos que los líderes de los distintos equipos practiquen la disciplina de la ejecución en todos los niveles. Alcanzar este liderazgo implica contar con ciertas virtudes, entre ellas: la credibilidad, saber establecer límites y tener ascendiente sobre todas las piezas del equipo.

Los cinco elementos
Las organizaciones de excelencia serán las que descubran cómo unir el compromiso y la capacidad de su gente, a fin de aprender en todos los niveles de su estructura. Los equipos que la componen harán mucho más eficaz su trabajo si se enfocan en cinco elementos:
1. Misión, fijación de objetivos y planeación.
2. Roles de los integrantes.
3. Procesos operativos del equipo.
4. Relaciones interpersonales.
5. Relaciones interequipo.
(Autor: Gianfranco Ghirardelli)