jueves, 31 de diciembre de 2009

miércoles, 30 de diciembre de 2009

O COME ALL YE FAITHFUL



O come, all ye faithful
Joyful and triumphant
O come ye, o come ye to Bethlehem
Come and behold him
Born the king of angels
O come let us adore Him
O come let us adore Him
O come let us adore Him
Christ the Lord

Sing choirs of angels
Sing in exaltation
Oh sing all ye rivals
Of heaven above
Glory to God, Glory in the highest
O come let us adore Him
O come let us adore Him
O come let us adore Him
Christ the Lord

domingo, 27 de diciembre de 2009

EL VASTO DESCONOCIDO

"La Primera Guerra Mundial (1914-18), conocida también como la “Gran Guerra”, siendo la más grande de la historia (70 millones de combatientes, 16.2 millones de muertos) es, además, un ensayo general de aniquilación total. Ahí, debutan formas de pensar y de matar, que bien pueden llevar a una hecatombe nuclear:

1.- El uso de cuanta arma de destrucción masiva exista. Los avances de la ciencia, la intelectualidad, el mar, los recursos mineros, la industria, las juventudes del mundo, todo se pone al servicio de la guerra. Artillería pesada, gases venenosos, ametralladoras de tiro rápido, tanques, cargas de profundad y aviones, no bien salen de la fábrica y se lanzan a plena capacidad contra seres humanos. La primera bomba atómica, recordemos, la tiran, no por ser indispensable para que se rindiera luego un Japón en retirada, sino a causa del típico frenesí de probar ya, el nuevo juguete.

2.- La instauración de corporaciones financiero- militares que lucran con la guerra. Abastecer la máquina militar pasa a ser uno de los negocios más rentables y corruptos del segundo milenio. A igual que las tabacaleras y la droga, la industria armamentista se vale del soborno a políticos, de los medios audiovisuales, del rock y del terrorismo para incentivar la ingesta de su mercancía.

3.- La visión bipolar del mundo. Lo de nosotros, dueños del mundo, es perfecto, infinitamente justo e inapelable. Todo cuanto sea diferente, complejo o incomprensible va al tarro de la basura. Es la luz y las tinieblas, el bien absoluto y el mal total, aquellos que no están con nosotros, están en contra nuestra, es la consigna.

4.- La liviandad con que se inician guerras y la facilidad con que se propagan. Un ciudadano serbio de 19 años asesina al archiduque y su esposa en una calle de Sarajevo.
En represalia, el gobierno del imperio austro-húngaro invade militarmente Serbia. Rusia moviliza su ejército en defensa de Serbia. Al entrar Rusia, le corresponde intervenir a su aliado, Francia. Al involucrarse Francia contra el imperio, Alemania le declara la guerra. Para atacar Francia, el quinto ejercito alemán pasa por Bélgica. Inglaterra se ha comprometido a proteger a Bélgica, por lo que declara la guerra a Alemania. Estados Unidos solidariza con Inglaterra y Canadá con su vecino. Y así, al saltar la liebre cuando menos se piensa, a las semanas de un atentado callejero, el planeta se encuentra sumido en la primera y más grande masacre globalizada de todos los tiempos. ’Que no vuelva a haber guerra’, dicen los oradores en las conmemoraciones, ‘nunca más’.

Sobre el mar Ártico, al norte de Groenlandia, el 21 de enero de 1968, un bombardero Boeing B-52 Stratofortress de la United States Air Force, cargado con cuatro bombas termonucleares de hidrógeno que llevaba prestas a lanzarle a Rusia, comenzó a incendiase durante la maniobra de aproximación al querer aterrizar de vuelta en la base aérea de Thule.

La cabina de mando se llenó de humo, por lo que sus siete tripulantes decidieron saltar en paracaídas. El copiloto quedó enredado en su asiento, los demás salvaron y la aeronave, de ocho motores jet Pratt & Whitney, 48, 5 metros de largo, 56 de ancho, alas de 370 m² de superficie y capaz de llevar 31.000 kg. de bombas a un radio de combate de 7.210 km. terminó estrellándose a 12 km. al norte de la base.

La carga nuclear se dispersó, contaminando con radiactividad los hielos circundantes. A pesar de la trabajosa operación de limpieza emprendida por Dinamarca y Estados Unidos, en que participaron submarinos rastreadores junto a 700 técnicos, una de las bombas, a merced de las corrientes oceánicas, nunca fue localizada.

5.- La ampliación del concepto de enemigo más allá del combatiente mismo, hasta apuntar las armas directamente contra la infraestructura económica, la cultura (teatros, museos) y la población civil.

La modernización del odio sobrepasa el pillaje de la soldadesca cuando se invade un país. Son las operaciones sistemáticas tendientes a destrozar la civilidad, a la usanza de Lovaina, 1914, en que el quinto ejército del káiser fue fusilando a cada tantas familias por cuadra (de a tres niños en fondo para ahorrar municiones), incendiando cada casa, prendiéndole fuego con lanzallamas a cada sala de la Biblioteca Nacional y cañoneando las universidades e iglesias que encontraban a su paso.

Para que se entendiera la lección, la embajada de Alemania en Washington emitió un comunicado diciendo que tras “el ataque pérfido” (de unos estudiantes belgas), “Lovaina fue castigada con la destrucción de la ciudad”.

Siguiendo el ejemplo, Grozny fue castigada el 21-oct-1999 con una andanada de misiles balísticos que mató al instante a 118 personas, casi todas mujeres y ancianos de compras en el mercado central. Bagdad, la de las mil y una noches, bombardeada en marzo 2003 y Beirut en julio 2006, ataques todos perpetrados por Estados nucleares contra gente modesta…”

Por Pablo Huneeus

LA GENERACIÓN DE LOS 60 LLEGÓ A LOS 6O

Los críos que nacieron entre el fin de la II Guerra Mundial y el inicio de la de Corea fueron llamados, en Estados Unidos, baby boomers. Lo hicieron en medio de la insólita abundancia que trajo la colosal economía de guerra montada por ese país ya en 1943. En Europa sus equivalentes nacieron, en cambio, en medio de una horrible destrucción y pobreza; se criarían viendo el oscuro cine de la nouvelle vague y oyendo los ecos de una bohemia existencialista apestando a tabaco, a sobaco y a Jean Paul Sartre. En Rusia los baby boomers nacieron bajo el peso casi incomprensible de una generación previa completa, la de sus padres, incinerada o mutilada en los campos de batalla; lo hicieron, además, bajo la férula del dios del socialismo, el carnicero perfecto, José Stalin. Y en Asia, Africa, China y la mayor parte del mundo nacieron como lo habían hecho sus abuelos y tatarabuelos hasta la enésima generación, en la misma villa o poblado donde morirían 30 años más tarde.

Aun así, pese a las enormes diferencias, el que hubiesen nacido después de la guerra hizo pensar a muchos que esos niños de los 50 y luego esos púberes o ya jóvenes de los 60 traían en sus brazos no sólo marraquetas, sino también promesas inmensas. Cada nueva generación alimenta esa fantasía y aun más lo hace si llega luego de una hecatombe. Y en los 60 parecieron estar a la altura de ese sueño, aunque también de las pesadillas. Fue la generación que leyó a Kerouac y oyó a Presley, la que dio origen a los Beatles y a los hippies, pero también la que sustentó a las Brigadas Rojas, la que militó en el IRA y la que se zambulló en pútridas selvas sudamericanas a emboscar y asesinar a soldados tan miserables y piojentos como ellos, todo en nombre del "foco revolucionario".

En Chile los baby boomers fueron, casi todos, reformistas o revolucionarios. Era "papaya"(fácil) -expresión de dicha época- serlo. Se era revolucionario "conforme a la ley". Bastaba la pose, la vestimenta, el aire heroico, el póster del Che en la pieza, los bototos, las tomas, los discursos encendidos, la barba y cierta pestilencia derivada de muy escasas visitas a la ducha. Ni un solo dirigente político destacado de hoy dejó de ser parte de esa ópera. Pero, además, entre 1965 y 1970 los chicos y chicas de los 60 asociaron a la ruda revolución predicada por los barbudos las delicadas fragancias de la liberación femenina, del "let it be" y de la marihuana. Algunos comenzamos a usar chalas y nos dejamos crecer el pelo. ¿Para qué estábamos en el mundo? Para cambiarlo. ¿Qué veníamos a hacer a la Tierra? Pues a reparar las embarradas dejadas por toda la historia previa de la raza humana. He ahí, en pocas palabras, el espíritu de esos tiempos.

Lamentablemente, no hay manera de seguir siendo una promesa glamorosa cuando se llega a una edad sin otro porvenir que una eventual operación a la próstata. Los de la generación del 60 están cumpliendo o ya cumplieron 60 y dieron acabadas y convincentes muestras de la distancia abismal entre sueño y realidad, como por lo demás puntualmente lo hace toda generación, salvo que llegue un fabricante de mitos como Stephen E. Ambrose y diga otra cosa en su remunerativo best seller "Las banderas de nuestros padres". Sin duda, los pobres jóvenes yanquis reclutados a la fuerza para morir en Okinawa o en la playa Omaha eran tan miserables como cualquiera, pero la muerte ayuda a la leyenda, como lo hacen el tiempo y el olvido.

En Chile estos sesentones, en especial los situados en la política, no han sido menos ni hecho más que los caídos en esos campos de batalla, sólo que no cayeron sino sólo tropezaron de vez en cuando. Exagerado y falso hablar de ellos como de los "héroes cansados", tal cual hizo Marco Enríquez-Ominami por una racha de buena onda nacida quizás de cierto culto a su padre biológico. No fueron héroes a los 20 o 30, menos lo son hoy. A los 60 el mérito que pueda tenerse está a años luz de siquiera el sueño del activismo militante, salvo que se trate de viejos medios tontos que se obstinan en hacer trekking, levantar pesas y sumergirse en gélidas aguas a bucear mariscos. La virtud de un sesentón, si la tiene, es no agitarse tanto por nada y por lo mismo ser menos molestoso para el prójimo; los asaltos al Cielo y el "pedir lo imposible" es tontera de niños chicos.
Así pues, aquí estamos los sobrevivientes de los 60, ahora sesentones, los fulanos a quienes llaman "sesentones", tipos y tipas de canas o cabellera gris, ilustre ponchera, ojos cansados, trasero caído, sin ilusiones, a menudo separados o casados ya por segunda, tercera o hasta cuarta vez, con pitutos a medio morir saltando, algunas lecturas en el cuerpo, mucho trago en el buche, camionadas de recuerdos y sintiendo -perdón, Gardel- que no sólo 20 años, sino 40 y hasta 50 no son nada. Pero algo hicimos. Hubo genios y hubo pergenios, hubo logros y cosas malogradas. ¿Qué más se nos puede pedir? Quienes nos sucedan no serán mejores y quizás hasta sean peor.

Por Fernando Villegas

jueves, 24 de diciembre de 2009

martes, 22 de diciembre de 2009

BIANCA RYAN: MERRY LITTLE CHRISTMAS



Have yourself a merry little Christmas,
Let your heart be light
From now on,
Our troubles will be out of sight

Have yourself a merry little Christmas,
Make the Yule-tide gay,
From now on,
Our troubles will be miles away.

Here we are as in olden days,
Happy golden days of yore.
Faithful friends who are dear to us
Gather near to us once more.

Through the years
We all will be together,
If the Fates allow
Hang a shining star upon the highest bough.
And have yourself a merry little Christmas now.


Tengan ustedes una feliz pequeña navidad

Tengan ustedes una pequeña feliz navidad
Deje que su corazón sea iluminado
De ahora en adelante
Nuestros problemas estarán fuera de nuestra vista

Tengan ustedes una pequeña feliz navidad
Pasen un alegre tiempo de navidad
De ahora en adelante
Nuestro problemas estarán a millas de distancia

Aquí nosotros estamos como en los viejos tiempos
Felices viejos tiempos de antaño
Fieles amigos que son queridos para nosotros
Reunidos cerca nuestro una vez más

A través de los años
Todos nosotros estaremos juntos
Si el destino lo permite
Cuelguen una brillante estrella en la rama más alta
Y tengan ustedes una pequeña feliz navidad ahora

BRIAN URRA

domingo, 20 de diciembre de 2009

sábado, 19 de diciembre de 2009

FIESTAS PATRIAS, MES DE LA DROGA


No bien se anuncia en Chile la primavera, con sus días más largos y sus noches más cálidas, y empieza la ingesta en grande de bebidas embriagantes como el vino, la cerveza, la chicha, y el aguardiente o pisco.

Todas ellas traen como elemento activo el químico CH3CH2OH, líquido inflamable, volátil y de resonancia cerebral, también conocido como alcohol etílico o de beber.

Cualquiera sea su grado de concentración, “bouquet”, o aromatizante primario, la droga alcohólica afecta la coordinación físico-motriz (precisión, cálculo de distancia, equilibrio) y las funciones mentales de pensamiento lógico, percepción de riesgo, auto control e interacción social, la que en jóvenes se torna belicosa y en mayores, majadera.

Está presente en mucho crimen, accidente de tránsito, ruptura familiar, demencia precoz y degeneración del físico. De hecho, a lo largo de la historia no hay nada que haya degradado tanto a la raza chilena como el vino. Es mundialmente sabido el daño que inflige a la economía del país, según la Asociación Chilena de Seguridad, en uno de cada tres accidentes laborales está presente el alcohol, como seguramente lo está en mucha torpeza empresarial que se mantiene bajo cuerda.

Encima, su ingesta puede hacer a una persona física y psíquicamente dependiente del alcohol, sino guiarla de la mano a estupefacientes más alucinantes, como la cocaína y los fármacos derivados del opio.

La producción y tráfico de alcoholes da pie a una de las industrias más rentables y perversas del país. Las grandes viñas, pisqueras y cervecerías, junto a los importadores de vodka y whisky, buscan con premeditación y alevosía ocasionar la adicción a su mercancía en personas cada vez más jóvenes.

Es así como la edad de iniciación alcohólica va continuamente bajando, junto con extenderse ahora a la mujer y el hogar. Esto, en gran medida por obra de la presión publicitaria que ejerce la industria, la que se basa en la creciente aceptación social de que goza el alcohol en Chile. Por eso, son cada vez más frecuentes los adolescentes curados y las fiestas de colegiales y “viajes de estudio”, que terminan en ruidosas parrandas de copete y sexo.

Por su parte, el Gobierno de Chile y la clase política en general, lucra de los impuestos que brinda esta droga. Sus bufones la ofrendan en todos sus actos oficiales y edificios públicos. ¿Y por qué no la marihuana que es tanto más barata? Por eso mismo: el cáñamo es demasiado simple como para cobrarle el IVA.

Si somos los ingleses de Latinoamérica, es hora de aplicar las medidas que acaba de proponer al parlamento de Westminster el Ministerio de Salud de Inglaterra:

+ Prohibición absoluta de publicitar por cualquier medio las bebidas alcohólicas de todo tipo.

+ Término a la práctica de que traficantes de droga alcohólica auspicien eventos deportivos o clubes de fútbol.

+ Aumento de las horas de restricción a la venta de alcoholes en supermercados, cantinas y bares.

+ Hacer a la industria del alcohol asumir la responsabilidad civil (pago en plata) de los perjuicios que causa. En esta línea, así como ahora el que llama a una manifestación paga los daños, es hora de aprobar una ley por la cual quien incita al consumo de alcohol (viñas, medios de comunicación) indemniza a la policía, bomberos y ambulancias el costo de los operativos, de alto riego algunos, que debe desplegar a causa de que se tome.

Nota: si alguien sabe de una carretera sin conductores bajo el efecto del alcohol, de una “Semana de la Chilenidad” donde no exalten el vino, o de una fonda en que se ría y se cante con la mente despejada, por favor avise.

Dr. Pablo Huneeus

miércoles, 16 de diciembre de 2009

domingo, 13 de diciembre de 2009

UN AMOR QUE MUEVE EL SOL Y LAS ESTRELLAS


La contemplación y estudio del espacio, se ha tornado cada vez más fascinante. Aunque los mejores telescopios sólo alcanzan a vislumbrar una mínima fracción del universo, se ha podido descubrir que existen una cantidad innumerable de galaxias, cada una de las cuales está constituida a su vez por millones y más millones de astros.

A su vez las galaxias están compuestas por sistemas, con una estrella central y una cantidad de planetas, satélites, asteroides y cometas que giran en torno de ellas. Nuestro planeta Tierra, junto con Neptuno y otros planetas, pertenece al sistema solar.

En una aventura espacial sin precedentes, en agosto de 1989 el explorador del espacio Voyager II logró cumplir su gigante travesía hasta el planeta Neptuno. El recorrido del Voyager II fue de más de 6.000 millones de kms. por una ruta única, a fin de visitar cuatro de los planetas externos de nuestro sistema solar: Júpiter, Saturno, Urano y el aún más lejano, Neptuno.

El Voyager II ha enviado datos científicos que totalizan más de 5 billones de unidades, suficiente para llenar 6.000 colecciones de la Enciclopedia Británica. La asombrosa exactitud del proyecto se realza al saber que el Voyager II siguió una trayectoria diseñada por computadora y meticulosamente planeada por varios años y después de recorrer seis mil millones de kms. hasta Neptuno, se había desviado apenas unos 35 kms.

Impresiona en todo esto la inconcebible vastedad del espacio. El viaje del Voyager II fue relativamente corto, a pesar de ir a una velocidad de 97.600 kms. por hora. Apenas alcanzó a tocar una esquinita del universo. Los científicos predicen que el Voyager II, mientras continúe en el espacio, llegará a la estrella Ross 248 alrededor del año 42.000. Dentro de 296.000 años se estará acercando a Sirio, la conocida estrella del Can mayor. ¡296.000 años a 97.600 kms. por hora, sólo para asomarse al vecindario de la estrella más cercana!

En medio de los notables logros y descubrimientos científicos, ¿olvidamos tal vez el Poder que puso allí estos planetas? El Voyager II fue una tremenda hazaña. Pero ciertamente fue más grande el acto de colocar en órbita esos inmensos planetas. ¿Cómo fueron formados? ¿Qué fuerza los mantiene firmes en el espacio? ¿Quién creó todo esto?

La respuesta la encontramos en el primer versículo de la Biblia, que dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). ¿No es claro esto? Dios lo creó todo. Todos nuestros planetas, nombrados arbitrariamente en honor de dioses paganos _ Mercurio, Júpiter, Neptuno _ fueron creados por la palabra poderosa del Dios infinito.

Los milagros humanos de exploración espacial sólo sirven para exaltar el milagro más grande de la historia, la creación descrita en el génesis. Este maravilloso universo, con sus estrellas, constelaciones y galaxias, cuyo tamaño se mide en incontables años luz, señala a un Creador. El hecho de que las órbitas estelares sean matemáticamente exactas, no sólo en cuanto a su recorrido, sino a su velocidad y su precisión, nos habla de un Dios que no sólo creó las estrellas y los planetas, sino que los dirige en sus órbitas con un orden admirable. Revela orden, inteligencia, designio y poder extraordinarios.

En forma jubilosa declaró el salmista David: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmos 19:1). O sea que el espacio estelar revela el carácter y la naturaleza de Dios. El universo infinito, tanto en el tiempo como en el espacio, proclama a un Dios que no comenzó nunca, ni jamás va a terminar. Es eterno. Y a semejanza del universo que es infinito en el espacio, el Creador del universo es omnipresente. Él llena los cielos y la tierra. Y por encima de todo, la belleza, permanencia y armonía del universo nos hablan de un Dios infinitamente sabio y bondadoso. Sí, el amor de Dios es el que mueve el sol y las estrellas.


Dr. Milton Peverini García

viernes, 11 de diciembre de 2009