lunes, 27 de mayo de 2013

DESARROLLE UNA MENTALIDAD DE RIQUEZA


“Los triunfadores son aquellos que adquieren el hábito de hacer las cosas que a los perdedores les incomoda hacer” (Ed Foreman).
Principios de la mentalidad  millonaria.
1.       Desarrolle una mentalidad de riqueza. Los triunfadores son aquellos que adquieren el hábito de hacer las cosas que a los perdedores les incomoda hacer.  Hay cuatro tipos de personas:
a)      Aquellas personas que trabajan mejor cuando lo hacen por entero para sí mismas en su propia empresa.
b)      Las personas que por diversas razones no desean lanzarse a los negocios por su cuenta, pero buscan ocupar puestos prominentes en sus empresas, obtienen los mejores resultados y participan de los beneficios de las mismas.
c)       Las personas que sólo aspiran a ser empleados asalariados, son reacios a correr riesgos y se conforman con la seguridad de un salario.
d)      Aquellas personas que no están motivadas por ninguna necesidad ni deseo de surgir y se conforman con lo que tienen.
              La mentalidad millonaria suele encontrarse entre las personas de las dos primeras categorías, la a y la b. Muy rara vez se encuentra entre los individuos de la categoría c, y es totalmente inexistente entre las personas de la categoría d.
Si usted programa su mente con principios de éxito, ella se encargará de mostrarle el camino hacia la riqueza. Lo mantendrá alerta, agudizando todos sus sentidos para que logre captar con mayor facilidad toda información sensorial proveniente del medio ambiente que pueda estar relacionada con su éxito.  Todos tenemos la opción de elegir cuál será nuestro destino, y este siempre será moldeado por nuestra manera de pensar. Si queremos triunfar financieramente, la libertad financiera debe dejar de ser algo que sería bueno poder alcanzar, para pasar a convertirse en algo que tiene que ocurrir en nuestra vida. Hay que ser específico y preguntarse: ¿Cuánto dinero desea ganar? ¿Quiere crear su propia empresa? ¿Qué clase de empresa? ¿Cuándo? ¿Qué piensa dar a cambio? ¿Cómo va a beneficiar la creación de esta riqueza la relación con su familia, con sus hijos o con las demás personas?
Es importante entender que la libertad financiera viene cuando entendemos que ésta se relaciona más con nuestras creencias, sueños y valores que con la cantidad de dinero que podamos poseer en determinado momento.
El mayor obstáculo para triunfar financieramente es no haber desarrollado una mentalidad de abundancia en su vida. Póngase la tarea de identificar todos los beneficios que obtendrá y las formas en que mejoraría su vida, si gozara de la libertad financiera que seguramente anhela. Reprograme su mente subconsciente con las ideas, creencias y valores correctos respecto al dinero.

viernes, 24 de mayo de 2013

DANIEL

Pregunta 1: ¿Por qué desestimar la versión de que Daniel y sus amigos hebreos no fueran realmente eunucos, en el sentido literal y físico, es decir, castrados?
El comentario Bíblico Adventista t. 4, p. 785, señala que “no puede darse una respuesta categórica a la pregunta de si se refiere el término “eunuco” (heb. Saris) en Daniel 1:3 en sentido literal o físico de la palabra, es decir que habían sido castrados, o si se refiere de manera general para designar cualquier tipo de funcionario real”. Lo mismo refrenda El Diccionario Bíblico Adventista T. 8 al definir la palabra “eunuco”.  “El término llegó a ser sinónimo de “oficial” o “funcionario”, y ocasionalmente habría sido usado para hombres que estaban en la plenitud de su virilidad”.  Y la biblia Dios Habla Hoy, en su glosario de términos señala que “En un principio se designaba así generalmente al hombre que había sido castrado para servir principalmente como guardián de las mujeres de su  amo. Pero los eunucos llegaron a tener tanta importancia en las cortes de los reyes antiguos, que al parecer el término dejó de usarse exclusivamente en un sentido literal y pasó a significar también un alto funcionario de toda confianza del rey, estuviere o no realmente castrado. En S. Mateo 19: 11,12 la palabra eunuco… se emplea también en sentido figurado, aplicándolo a los que permanecen sin casarse.
Pregunta 2: Si Daniel y sus amigos eran eunucos literales y físicos, ¿cómo entenderíamos las declaraciones de la lectura de Profetas y Reyes y del libro La Edificación del Carácter, de Elena de White, en que señala que la pureza y el dominio propio de estos jóvenes,  para no contaminarse con la lujuria y las tentaciones sensuales, fue producto de la educación religiosa recibida de sus padres, sus hábitos de alimentación saludable y abstinencia de vino, y su vida de oración, fe y conocimiento de Dios, lo que los mantuvo íntegros. Pues ellos eran semejantes a nosotros en pasiones y, por lo tanto, son un ejemplo especialmente para la juventud? 
Profetas y Reyes (pp. 358-360) // (pp. 216-220):
“Los notables hebreos fueron hombres de pasiones como las nuestras, y no obstante las influencias seductoras de la corte babilónica, permanecieron firmes, porque confiaban en una fuerza infinita... En lo que experimentaron tenemos un ejemplo del triunfo de los buenos principios sobre la tentación, de la pureza sobre la depravación, de la devoción y la lealtad sobre el ateísmo y la idolatría.”
“Los jóvenes de hoy pueden tener el espíritu que dominó a Daniel; pueden sacar fuerzas de la misma fuente, poseer el mismo poder de dominio propio y revelar la misma gracia en su vida, aun en circunstancias  tan desfavorables como las que predominaban entonces. Aunque rodeados por tentaciones a satisfacer sus apetitos, especialmente en nuestras grandes ciudades, donde resulta fácil y atrayente toda complacencia sensual, pueden permanecer por la gracia de Dios. Mediante una determinación enérgica y una vigilancia constante, pueden resistir toda tentación que asalte el alma. Pero solo podrá obtener la victoria el que resuelva hacer lo correcto.”
“Tampoco podían correr el riesgo que representaba el efecto enervador de la lujuria y la disipación sobre el desarrollo físico, mental y espiritual. Conocían la Historia de Nadab y Abiú, cuya intemperancia, así como los resultados que había tenido, describían los pergaminos del Pentateuco, y sabían que sus propias facultades físicas y mentales quedarían perjudicadas por el consumo del vino.”
“Los padres de Daniel y sus compañeros les habían inculcado hábitos de estricta temperancia. Se les había enseñado que Dios los tendría por responsables de sus facultades, y que no debían atrofiarlas ni debilitarlas. Esta educación fue para Daniel y sus compañeros un medio de preservación entre las influencias desmoralizadoras de la corte babilónica. Intensas eran las tentaciones que los rodeaban en aquella corte corrompida y lujuriosa, pero no se contaminaron. Ningún poder ni influencia podía apartarlos de los principios que habían aprendido temprano en la vida a través del estudio de la Palabra y las obras de Dios.”
 La edificación del carácter (pp. 16-18):
 “Se nos ha dejado un breve relato de la vida de este santo hombre de Dios, para ánimo de aquellos que en lo sucesivo sean llamados a soportar pruebas y tentaciones.”
“Daniel estaba sujeto a las más severas tentaciones que pueden asaltar a los jóvenes de hoy en día; sin embargo, era fiel a la instrucción religiosa recibida en los primeros años.”