La Organización Mundial de la Salud ha identificado 10 factores globales de riesgo que impactan la salud: (1) la falta de agua potable, sistemas sanitarios e higiene; (2) las emanaciones de combustibles sólidos dentro de ambientes cerrados; (3) la hipertensión arterial; (4) el colesterol elevado; (5) el consumo de tabaco; (6) la desnutrición y el bajo peso excesivo; (7) la obesidad; (8) el consumo de bebidas alcohólicas; (9) la relaciones sexuales riesgosas; y (10) la deficiencia de hierro. Juntos, estos factores de riesgo suman más de un tercio de todas las muertes a nivel mundial
¿QUE PUEDES HACER PARA REDUCIR Y ELIMINAR RIESGOS?
Una actitud pro-activa ante la vida. Las personas que no actúan con decisión contra los principales factores de riesgo para la salud con frecuencia se convierten en víctimas de enfermedades y una muerte prematura. “Comamos y bebamos, porque mañana moriremos” no es el lema de los que quieren resistir enfermedades y disfrutar de una vida saludable.2 Asumir una actitud pro-activa en materia de salud significa hacer de nuestra parte lo necesario para prevenir y evitar los factores de riesgo.
Responsabilízate de tu propia salud. “Eso no me afectará” o “De algo tenemos que morir” y expresiones semejantes no reflejan el pensamiento de una persona valiente, sino irresponsable. Cuando hacemos frente a decisiones relativas al consumo de alcohol, tabaco o drogas, o cuando nos tienta la relación sexual riesgosa, debemos decir NO. Sólo una persona irresponsable dice: “Puedo dejar eso cuando me lo proponga” o “Caí víctima de una atracción irresistible”. Por el contrario, se mantendrá firme.
Haz algo positivo. No asumas una actitud derrotista, pensando que no puedes hacer nada para contribuir a la buena salud de tu comunidad. Considera, por ejemplo, el peligro que representa un mal sistema de salubridad pública o la falta de agua potable. Muchos pueden ser afectados por esas realidades. Comunícate con el gobierno de tu localidad. Organiza una campaña de salubridad. Una comunidad organizada puede mantener limpio su vecindario, proveer saneamiento ambiental básico, y ser un ejemplo de ambiente saludable para otros.
No postergues lo que puedes hacer hoy. Suponte que el médico te dice que debes dejar de beber licor debido a tu enfermedad hepática. No justifiques tu falta de acción con expresiones como éstas: “Esta noche es la gran fiesta. Quiero disfrutarla y mañana, sí, mañana voy a dejar de tomar”. Lo más probable es que mañana digas algo parecido y postergues otra vez tu decisión. Si estás afectado por alguno de los factores de riesgo ya mencionados, decídete y actúa inmediatamente.
No seas apático. Un individuo tal puede saber que un régimen bajo en grasas, abundante en verduras, frutas y alimentos fibrosos ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, continúa comiendo alimentos grasosos y evitando las verduras, las frutas y los alimentos fibrosos. Lo más probable es que esa persona tenga poca salud.
ACCIONES QUE MEJORAN EL BIENESTAR
Tú, que estás informado y eres inteligente, puedes decidirte y actuar en favor de tu salud mediante actividades preventivas, curativas o de rehabilitación. Veamos algunos ejemplos concretos:3
Mejora tu salud mental
Sé realista. Las personas ingenuas o ignorantes tratan de que el mundo se adapte a su manera de pensar. Pero los informados y realistas modifican su manera de pensar y sus hábitos cuando encuentran suficiente evidencia de que les conviene hacerlo, aunque contradiga su punto de vista.
Pórtate como un adulto. Toma conciencia de tu capacidad para pensar de manera independiente y actuar de modo diferente, si es necesario. No te dejes influir por las costumbres populares. Tu salud es valiosa; no tomes demasiado en cuenta las opiniones de los demás.
Cultiva tu vida espiritual. Encuentra y adopta creencias y valores que le den significado y propósito a tu vida. Reflexiona sobre tu destino, más allá del horizonte temporal.
Si has comenzado a pensar en el suicidio o tienes alucinaciones frecuentes, pérdida progresiva de la memoria, delirios o a menudo te expresas de manera incoherente, busca la ayuda de un especialista. No sientas vergüenza. Las enfermedades mentales pueden ser tratadas con éxito.
Toma decisiones responsables sobre el uso de sustancias nocivas
Suspende el consumo de cafeína o por lo menos reduce al mínimo su ingestión. La cafeína causa dependencia por la vía de la tolerancia física. El cuerpo requiere cada vez más cafeína para alcanzar el mismo nivel de agudeza perceptiva y mental.
Abandona el consumo de nicotina en cualquiera de sus formas y del alcohol como bebida. Son sustancias altamente adictivas y drogas peligrosas.
No ingieras ni te auto-prescribas ningún tipo de medicina sin la aprobación o la receta de un profesional de la medicina.
Haz decisiones sabias sobre lo que comes o bebes
Los adultos deben comer un mínimo de dos raciones de frutas por día y tres raciones de vegetales (La dieta de los niños requiere consejo profesional; pero, en general, después de un año de edad los niños pueden empezar a comer porciones menores de la comida que se sirven los adultos, si es saludables y balanceada.)
Reduce el consumo de frituras, golosinas y dulces.
Disminuye o suspende el consumo regular de bebidas gaseosas (no-dietéticas). Las gaseosas no dietéticas (“clásicas”) son la principal fuente de consumo de azúcar en muchos países.
Consume menos alimentos a base de harina refinada, blanca. A menos que la etiqueta indique que se trata de trigo integral, la harina ha sido procesada, lo que indica que se le ha quitado al trigo lo más valioso: el salvado y el germen.
Disminuye la ingesta de grasas saturadas (usualmente presente en las carnes rojas, la mantequilla, el queso y en los alimentos derivados de la palma y el coco). De esta manera bajará el nivel de LDL en la sangre, ya que se trata de un colesterol perjudicial que aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca.
Ingiere cantidades moderadas de aceitunas, aguacate, mantequilla de maní o cacahuete, nueces, maní, almendras, pistachos y otros frutos secos oleaginosos.
Consume alimentos que contengan ácidos grasos del tipo omega-3 (un aceite que protege el sistema cardiovascular). Estos incluyen el tofu y los vegetales de hojas de color verde oscuro.
Ingiere alimentos ricos en minerales. El hierro (que existe en cereales fortificados, vegetales de hojas de color verde oscuro y frutas secas) ayuda a contrarrestar la anemia ferropénica, que es la más prevaleciente en el mundo. El calcio (presente en la leche, el yogurt, el tofú, el jugo de naranja fortificado, el pan y los vegetales de hojas de color verde oscuro) contribuye a fortalecer los huesos y reduce algunos tipos de calambres musculares durante el embarazo. Es mejor asimilar el calcio proveniente de los alimentos. El zinc se encuentra en los cereales integrales, las nueces, las legumbres y los alimentos a base de soya o soja. La sal yodada o marina es una fuente importante de yodo. La vitamina A se obtiene de la leche entera, la yema del huevo, las margarinas fortificadas, la zanahoria, los vegetales verdes o amarillos y las frutas.
Considera las ventajas de adoptar un régimen vegetariano. Incluye en tu alimentación una amplia variedad de verduras y legumbres que no sean procesados o refinados. Un régimen alimentario lacto-ovo-vegetariano bien planeado satisface todas las necesidades de una nutrición equilibrada. Ten en mente dos consideraciones importantes. Primero, si estás realizando una transición alimentaria hacia un régimen lacto-ovo-vegetariano para reducir o eliminar la ingestión de carnes rojas, aves y pescado, debes aumentar paulatinamente el consumo de vegetales y frutas. (El libro bíblico de Levítico, capítulo 11 puede ayudarte a elegir las fuentes animales de alimentación durante la transición.) Segundo, los vegetarianos que desean excluir de su alimentación productos derivados de los huevos y la leche se beneficiarán de consultas médicas periódicas para asegurarse de que su régimen se mantiene nutritivo y equilibrado.4
Obtén la cantidad de vitamina D que tu cuerpo necesita exponiéndote cada día al sol durante unos 5-15 minutos. La leche y la margarina fortificadas también contribuyen a equilibrar el metabolismo de la vitamina D y el calcio.
Otras decisiones importantes
Alcanza un buen estado físico o mantente en ese estado mediante el ejercicio regular. Esto significa ayudar al cuerpo a adaptarse a las demandas del estrés en la vida diaria. Al practicar el ejercicio físico sistemático mejoras tu función cardiorrespiratoria e incrementas tu metabolismo. Al mismo tiempo aumentas el volumen de sangre que circula por el cerebro y la producción de neurotransmisores. El ejercicio también reduce el riesgo de la osteoporosis, mejora el funcionamiento del sistema inmunológico, previene las lesiones y el dolor de espalda, además de mejorar la sensación de bienestar y prolongar la vida.
Mantente con un peso normal. Puedes calcular cuál es el peso adecuado para ti utilizando el Índice de Masa Corporal (IMC). El IMC es igual al peso en kilogramos dividido por la talla² medida en metros (o sea, IMC=Peso/Talla²). En general, un valor de IMC entre 18.5 y 24.9 es considerado normal y debe de ser tu objetivo mantenerlo.
Reduce los factores de riesgo relacionados con el cáncer. No fumes, porque este hábito es la principal causa del cáncer de pulmón. Para prevenir el cáncer de colon, realiza ejercicios de manera regular, consume alimentos que tenga un alto contenido de fibras y mantén tu peso normal. Los hombres mayores de 50 deben someterse regularmente a un examen rectal para detectar posibles problemas en la próstata. Las mujeres deben someterse a chequeos profesionales para detectar la posible existencia del cáncer del seno o del cuello del útero. Evita exponerte en exceso a la radiación solar o a las lámparas bronceadoras ya que esta exposición tiende a causar cáncer de la piel. Puedes obtener información adicional en inglés acerca de la prevención y el tratamiento del cáncer ingresando en los siguientes sitios en la red: http://www.cancer.org y http://www.yourcancerrisk.harvard.edu/.
Consulta a tu médico. Dialoga francamente acerca de cualquier preocupación que tengas sobre tu salud.
Protégete de las enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Si nunca has tenido relaciones sexuales, o si tú y tu cónyuge nunca han sido infectados y ambos mantienen relaciones mutuamente monógamas, corres un riesgo mínimo de contraer una enfermedad de transmisión sexual, incluyendo la infección por el HIV.
La mejor prevención contra las ETS es la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad en el matrimonio.
Contribuye a mantener un ambiente saludable
Ejerce tu poder como ciudadano para exigir que las autoridades locales mejoren las condiciones que favorecen la salud pública. El primer paso y el más importante es mantener limpia la comunidad. Utiliza tu influencia para que se provean servicios de agua potable accesible, se descarten adecuadamente la basura y las aguas servidas, y se realice una inspección apropiada de los alimentos que se ponen a la venta.
Ofrece un ejemplo personal sobre cómo prevenir la contaminación ambiental. Toma iniciativas para educar a la comunidad y lograr su apoyo en defensa de un ambiente que contribuya a la salud y el bienestar.
Manteniéndote bien informado sobre los factores que impactan la salud y haciendo decisiones inteligentes, podrás reducir los riesgos, incrementar tu bienestar y prolongar la vida.
Autores: Esteban y Carlos Poni "Revista Diálogo Universitrio"
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