viernes, 30 de octubre de 2020
domingo, 25 de octubre de 2020
sábado, 24 de octubre de 2020
jueves, 22 de octubre de 2020
miércoles, 21 de octubre de 2020
martes, 20 de octubre de 2020
ENSEÑAR ARTÍSTICAMENTE: UNA TAREA PARA LOS PADRES
Por Patricia Pagano, asesora
pedagógica de la Unión Uruguaya.
Las disciplinas artísticas son
relegadas por familias y docentes al momento de priorizar lo importante para
los niños. Estudios científicos destacan la importancia de proporcionar a los
niños y adolescentes experiencias relacionadas con el arte y enfatizan la relación
directa entre su práctica y la mejora de las competencias socioemocionales y
cognitivas. Se ha demostrado que el arte juega un papel esencial, no solo en el
desarrollo de los niños, sino además en el aprendizaje de la lectura, escritura
y matemática. Estudios revelan que los que habían tenido una estrecha relación
con el arte, dentro o fuera de las aulas, obtenían calificaciones más altas y
tenían menos riesgos de fracaso escolar que los que carecían de esa
experiencia. Es inestimable el aporte de incluir el arte en la formación
infantil y no debería catalogarse como un lujo superfluo.
Los que investigan los sistemas
educativos más exitosos destacan el involucramiento de la familia en el proceso
educativo. En otras palabras, es inestimable la implicación paterna y los
especialistas sugieren a las familias vivir el arte con los hijos, es decir que
hablen de arte y lo practiquen.
La niñez es una etapa en que los
sentidos y la percepción están abiertos a investigar el mundo que los rodea; es
decir, que tienen la disposición natural para aprender, experimentar y crear.
Los adultos pueden enriquecer la experiencia de apreciación artística, se puede
materializar en actividades como comentar con los niños la fachada de un
edificio barroco, el valor literario de un Salmo, los colores complementarios
en un arreglo floral, intercambiar puntos de vista de obras reconocidas, jugar
a descubrir arte en la calle, observar el arte del Creador en la naturaleza
reconociendo los cambios de luz y el color durante el día o en distintas
estaciones, y su efecto sobre los objetos. Se pueden cambiar impresiones sobre
las formas, colores y texturas en la naturaleza. Los niños son observadores
natos y, si se los ayuda a pensar en lo que ven desde una perspectiva estética,
no solo aprenderán a valorar el arte, sino también la naturaleza que lo
inspira. Prácticas como las mencionadas favorecerán el desarrollo de
competencias como la observación, la discriminación, el juicio crítico y la
investigación.
Además del disfrute que
proporciona la apreciación artística deben proporcionarse oportunidades para la
creación y expresión artísticas: como cantar, ejecutar un instrumento, pintar
un cuadro, elegir los colores para incluir un objeto decorativo o pintar una
habitación. Las posibilidades de mirar con ojos artísticos las actividades
cotidianas son ilimitadas.
Se debe tener en cuenta que la
capacidad de apreciación de los niños aumentará a medida que aumenten sus
experiencias. Proporcionarles la libertad de expresar sus opiniones sobre las
obras artísticas y familiarizarlos con museos, galerías y lugares para apreciar
buena música. Es bueno practicar con ellos actividades como coleccionar
reproducciones de obras de arte y juegos que impliquen relacionar las obras con
sus autores.
Sin
ninguna duda, el Dios que creó un espacio lleno de luz, color y música para la
humanidad espera proporcionemos a los niños espacios bellos y experiencias de
disfrute artístico, así como la posibilidad de asimilar los aprendizajes que
traen consigo.
ENSEÑAR ARTÍSTICAMENTE UNA TAREA PARA LA ESCUELA
Por Patricia Pagano,
asesora pedagógica de la Unión Uruguaya.
Nos parece que la educación ha
olvidado las emociones y la creatividad para centrarse exclusivamente en los
aspectos racionales y científicos. En la práctica, los docentes suelen
descuidar los contenidos del área artística en sus planificaciones. La percepción
generalizada de la comunidad educativa para el desarrollo de los alumnos es dar
mayor importancia a las áreas instrumentales. Sin embargo, múltiples
investigaciones han establecido una estrecha relación entre el arte y el
desarrollo de habilidades cognitivas de todas las áreas.
El profesor e investigador de Harvard, Howard
Gardner, célebre por su teoría de las inteligencias múltiples,
sostiene que un buen sistema educativo tiene que alimentar y fomentar todas las formas de inteligencia, incluidas las relacionadas
con el arte. Caso contrario, descuidaría parcelas fundamentales del potencial
humano y frenaría el desarrollo cognitivo de los niños.
El fundamento filosófico de la
Educación Adventista enfatiza que la estética forma parte de una pedagogía redentora
y restauradora. Todo lo que existe fue creado por Dios, y la creatividad es una
característica divina otorgada al ser humano en la Creación. Es decir que la
estética fue inculcada por Dios en el ser humano, al crearlo a su imagen y
semejanza.
Somos seres estéticos. No
solamente apreciamos la belleza, sino que disfrutamos creando cosas bellas.
Lamentablemente, el pecado distorsionó esta capacidad. Pero la función
redentora de la educación tiene como cometido crear espacios y un ambiente
escolar que fomente la estética redentora, para propiciar la restauración del
carácter divino.
Las Escrituras enseñan que:
·
La
belleza tiene su origen en Dios. No necesita ser justificada, simplemente
disfrutada.
·
No es
preciso que el arte siempre sea bello. La Biblia presenta lo bueno y lo malo,
lo bello y lo feo; por lo tanto, el arte puede reflejar este conflicto.
·
La
estética influye en la ética. «Lo que leemos, vemos, escuchamos y tocamos tiene
un efecto en nuestras vidas diarias. Por lo tanto, la estética está en el mismo
centro de la vida cristiana. Este impacto de la estética es medular, porque el
trabajo último y el fin del arte cristiano es la vida cristiana totalmente
desarrollada en toda su belleza y simetría.» (G. Knigth, p. 202).
Si incluimos el arte y la
creatividad en nuestras propuestas educativas estaremos aportando una educación
para la vida que tiene en cuenta la complejidad y apunta al ideal del
desarrollo integral del educando. La experiencia destaca lo beneficioso de
incluir contenidos de las áreas artísticas con otras materias curriculares en
unidades, secuencias y proyectos. El entusiasmo y disfrute que genera aprender
geometría con una obra de Kandinsky o escribir un texto explicativo destacando
la belleza y complejidad de una flor promoverá la atención y, por lo tanto, el
aprendizaje. El arte es disfrutable y genera un entusiasmo difícil de igualar
en el salón de clases.
Es hora
de que los docentes seamos creativos para descubrir maneras de incorporar la
literatura, la música, la expresión corporal y las artes visuales en los
proyectos escolares. Esta metodología de trabajo es una muy buena opción,
porque fomenta más el trabajo cooperativo, la reflexión y la autoevaluación que
los enfoques tradicionales. Al incorporar el arte, añadimos motivación
intrínseca en el alumno.
domingo, 18 de octubre de 2020
sábado, 17 de octubre de 2020
viernes, 16 de octubre de 2020
lunes, 12 de octubre de 2020
domingo, 11 de octubre de 2020
sábado, 10 de octubre de 2020
viernes, 9 de octubre de 2020
jueves, 8 de octubre de 2020
lunes, 5 de octubre de 2020
LA CIENCIA Y EL ARTE POR LA ETERNIDAD
“La cruz de Cristo será la ciencia y el canto de los
redimidos durante toda la eternidad”. (White, RJ 366). Es interesante que la
cruz de Cristo, que es la más grande manifestación del amor de Dios, pueda ser eternamente
la materia de estudio de los redimidos. Cuan profundo y abarcante es este tema
que nunca se agota; ciencia y arte se conjugan en este estudio. La cruz de
Cristo nos habla del amor abnegado, que está dispuesto a ir al sacrificio, pues
el amor verdadero supera cualquier adversidad y podemos darnos cuenta que si en
medio de la adversidad persevera el corazón, esto es amor; es imposible que no
se vea reflejado en hechos. En la tierra nueva ya no habrá que estudiar más
sobre muchas materias, la ciencia ya no investigará sobre las enfermedades que
ahora afligen a la humanidad, porque ya no existirán. Ahora el estudio de la ciencia
y el arte será el amor de Dios; la alabanza y la investigación científica sobre
el gran amor de Dios reflejado en la cruz de Cristo, en la creación, en la
providencia divina en la historia de la redención, ocuparán nuestro tiempo y
excederá todo nuestro entendimiento. Esto quiere decir que el amor es una ciencia y
un arte que se aprende como todas las ciencias y como todas las artes, con
esfuerzo, dedicación y constancia e implica la adquisición de conocimientos. ¿Cuándo
fue la última vez que leíste o reflexionaste sobre este tema. ¿Ya tienes una
biblioteca repleta de libros que hablan sobre el insondable amor de Dios? ¿Se
ve la teoría y la práctica de la ciencia y el arte de amar reflejado estos
conocimientos en tu trato con Dios, contigo mismo y con los demás, especialmente
en tu ámbito familiar? Te invito a empezar ahora a estudiar la materia de estudio
que será la ciencia y el canto de los
redimidos por la eternidad y hazte un maestro en este tema, que es el mejor de
los temas. Considera el texto de 1 Corintios 13:1-3: “Si yo hablara lenguas
humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como bronce que resuena o
címbalo que retiñe. Si tuviera profecía y entendiera todos los misterios y toda
ciencia; y si tuviera toda la fe, de manera que trasladara los montes, y no
tengo amor, nada soy. Y si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los
pobres, y entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me
sirve”.