Experto asegura que la actividad física mejora el rendimiento académico. El director de la escuela de psicología de la Universidad de las Américas, Olegario Hernández, explica que la importancia de la práctica deportiva y actividad física, va más allá del bienestar mental, ya que permite mejorar el desempeño estudiantil.
Socializar, destacarse y perder el miedo a un escenario nuevo son algunas de las habilidades que según el director de la Escuela de Psicología de la Universidad de las Américas, Olegario Hernández, se pueden adquirir a través de la actividad física y que según él son indispensables para insertarse de buena forma a la educación superior.
Esto debido a que a la hora de ingresar a la enseñanza terciaria los jóvenes se ven expuestos a muchas situaciones amenazantes, como por ejemplo el tener que compartir con alumnos más antiguos y mostrar habilidades, que por el sólo hecho de practicar deportes pueden lograrse de mejor manera gracias a la mejora del estado cognitivo general y las buenas condiciones para el estudio que esto genera.
Según Hernández la práctica de deporte o actividad física para una persona es central desde el punto de vista de su salud mental, ya que para ponerlo en términos simples: la mente y el cuerpo están indisolublemente unidos, por ende, un cuerpo sano influye en generar un estado mental igualmente saludable, y viceversa. La actividad física y el deporte desencadenan en la persona dinámicas físicas, mentales y sociales que se experimentan de manera placentera y que aumentan las posibilidades de control, equilibrio e integración que normalmente denominamos “salud”.
Es sabido que el sistema cardiovascular es más sano en personas que practican actividad física y deporte. No es el único, pues también se ven positivamente impactados desde el sistema músculo-esquelético hasta el sistema nervioso. Todos los anteriores son la base para la vivencia que denominamos “mental”, que son las esferas de los sentimientos, las emociones y las cogniciones, por mantener un lenguaje muy sencillo.
La actividad deportiva permite mantener una base corporal o física más sana, lo que entrega a la persona mayor energía, fuerza y, si se desarrolla de manera sistemática, permite la consecución de hábitos que expresan un estilo de vida que se puede defender de manera más eficaz en contra del impacto de situaciones estresantes de la vida. En consecuencia, el hábito y la salud físicos son buena prevención de stress, de depresiones reactivas, de apatías y de innumerables y variados síntomas como insomnio o ansiedad. El control de impulsos es mayor.
Un estudiante universitario que practica deportes de equipo, como fútbol, básquetbol u otros, sale mejor preparado para enfrentar el mundo del trabajo ya que la práctica de deportes en equipo, especialmente cuando no es sólo recreativa, sino competitiva, es decir, cuando implica entrenamiento de técnica y táctica, obliga al deportista a involucrarse con un equipo. Éste se pone metas de ganar, pero no siempre resulta. Por ende, la dinámica del juego y la competencia ponen a prueba habilidades de trabajo en equipo, tolerancia a la frustración, respeto a la autoridad y las reglas, la motivación de superación y el aprendizaje de los errores, en fin, pone a prueba precisamente en cuestiones que también son parte de la vida en general, y de la vida laboral en particular. Por ello, creo que es probable que un deportista esté mejor preparado para trabajar en equipo y enfrentar el rigor laboral.
Desde el punto de vista de un empleador un candidato que practica actividad física o deportiva tiene cualidades extras para ocupar ciertos cargos porque la empresa se enriquece con los deportistas, pues son personas más optimistas, que gustan de la motivación y no temen al rigor y la preparación.
La actividad física mejora la salud general o al menos sienta las condiciones para que así sea. Las personas que experimentan un equilibrio de su salud física y mental también mejoran sus relaciones interpersonales. Por ende, la familia y todo grupo de referencia se ven beneficiados. La salud es una cuestión física, mental y social. Y el deporte y la actividad física impactan en esos tres niveles de manera positiva.
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