lunes, 25 de octubre de 2010

LOS NIÑOS DEBERÍAN COMENZAR A EMPRENDER DESDE LA BÁSICA

"Mientras antes se inicien los estudiantes en la vida empresarial, mucho mejor", sostiene convencido Víctor Salama, vicepresidente de negocios y relaciones internacionales de la Red para la Educación del Emprendimiento (NFTE en sus siglas en inglés), organización estadounidense sin fines de lucro que capacita a estudiantes en emprendimiento y dicta lo que llaman los "mini MBA", donde los participantes deben terminar defendiendo un plan de negocios personal.

Salama estuvo en Chile para exponer su experiencia en el seminario "La aventura de educar para emprender", organizado por la Fundación Mustakis, la Universidad del Desarrollo y la Corporación Educacional de la Sociedad Nacional de Agricultura (Codesser), y lo que más destacó fue la necesidad de generar un cambio.

"La crisis que tenemos en la educación es lograr entregar contenidos relevantes, acordes a lo que ocurre en el mundo y a lo que van a vivir los chicos. Y qué es más relevante que la economía. Esto no quiere decir que todos los niños tengan que ser empresarios de adultos, pero todos tendrán que emprender e innovar", dice.

Aunque la fundación trabaja con talleres extraprogramáticos en las escuelas, Salama esperaría que este tema estuviera en el currículo formal. "En Latinoamérica esto ayudaría a fortalecer a la clase media, porque sin una población formada en emprendimiento desde la infancia es muy difícil crear una sociedad innovadora".

Agrega que una de las ventajas de comenzar temprano es que los jóvenes no tienen el miedo al riesgo de los adultos. "Por eso el emprendimiento puede ser un vehículo para enseñar matemáticas, literatura o cualquier otra materia, pero a través del juego y la simulación. Esto les permitirá enfrentarse a la Educación Superior con mayores competencias personales", dice.

Sus estudios han mostrado que además de aprender nociones de economía, los niños aumentan su interés por la lectura de manera independiente, incrementan sus conocimientos en matemáticas aplicadas y reafirman su autoestima y autoconfianza.

Por eso, además del apoyo desde la escuela, propone que se generen espacios de financiamiento para microempresas de escolares. "Así como hay incubadoras universitarias, debería existir lo mismo a nivel de colegios", agrega.
Autor: Víctor Salama, de la Red para la Educación del Emprendimiento

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