Ya sea por la edad, los hábitos de vida o los antecedentes familiares, todas las personas tienen riesgos específicos de salud: sepa cuáles son los chequeos y exámenes para prevenirlos.
Por lo menos un tercio de los adultos en Chile jamás se ha chequeado con un médico internista. Las personas acuden a especialistas ante una dolencia específica, pero a menudo desconocen el estado de salud de órganos como el corazón, los pulmones, los riñones o el hígado.
Para prevenir los riesgos propios de cada persona según sus antecedentes clínicos, el doctor Patricio Trincado, jefe de Medicina Preventiva de Clínica Las Condes, recomienda chequearse anualmente con un internista desde que comienza la edad adulta, aproximadamente a los 18 años.
Además del examen físico, durante la evaluación el médico le pregunta al paciente sobre posibles molestias, hábitos de vida y antecedentes familiares; esto último es vital para determinar el riesgo de desarrollar enfermedades como cáncer, hipertensión o diabetes. Con dicha información y considerando su edad, lo clasifica según sus niveles de riesgo y, de acuerdo a ellos, puede solicitar los exámenes que se detallan en la tabla que viene más adelante.
A partir de los 40 años en el hombre, y de la menopausia en la mujer, aumenta el riesgo cardiovascular, oncológico y de patologías digestivas, por lo cual se sugiere agregar otras evaluaciones, que deben realizarse una vez al año.
Situaciones especiales
En general, las personas con antecedentes de cáncer en familiares directos (padres o hermanos) deben ser evaluados por especialistas. “Es recomendable un chequeo oncológico que consiste en una evaluación realizada por un médico internista, quien aplica un cuestionario para detectar el riesgo hereditario de cáncer y evalúa al paciente analizando los exámenes de laboratorio. Con esta información puede orientarlo en las medidas que debe tomar para reducir riesgos”, dice el doctor Patricio Trincado.
Las mujeres menores de 40 años que tienen familiares directos con cáncer de mama, por ejemplo, deben comenzar a realizarse mamografías y ecografías mamarias anualmente antes de los 30 años. En algunos casos, además se puede solicitar una evaluación genética.
Las personas cuyos familiares directos (padres o hermanos) tienen cáncer de colon, se deben someter a una colonoscopía larga a partir de los 18 años. En estos casos, también es necesario realizar anualmente un test de hemorragias ocultas mediante un examen de deposiciones, cuyas muestras el paciente toma en su casa con una espátula diminuta.
El seguimiento posterior se efectúa de acuerdo a los resultados de estos exámenes. En muchas ocasiones –por ejemplo, cuando se han detectado pólipos adenomatosos (pequeños tumores benignos, pero que tienen alta probabilidad de transformarse en malignos)– es necesario hacer una colonoscopía anual.
Otro caso especial, es el de los hijos de padres con colesterol elevado. Es recomendable realizarles un perfil lipídico incluso en la niñez, puesto que existen las llamadas “hipercolesterolemias familiares”, que se presentan en etapas muy tempranas de la vida.
Prevención infantil
El doctor Patricio Trincado aconseja llevar a los menores de edad al control del niño sano durante toda la infancia.
Además, sugiere que antes de los once o doce años, los padres consulten al endocrinólogo infantil frente a cualquier inquietud sobre el peso o la talla del niño.
Las niñas deben consultar a la ginecóloga infanto-juvenil después de su primera regla, para evaluar su desarrollo y suministrarle pautas básicas de educación sexual.
Calendario de chequeos
* Hombre y mujer a partir de los 18 años
- Hemograma y VHS* (Velocidad de sedimentación de hemoglobina): evalúa en forma general los glóbulos rojos para descartar anemia, los glóbulos blancos encargados de las defensas, y las plaquetas, fundamentales para la coagulación. La VHS, en tanto, indica si hay inflamación en general.
- Perfil bioquímico: analiza las condiciones químicas del cuerpo, la función de hígado, riñones, huesos, y el nivel de azúcar y proteínas.
- Perfil lipídico: evalúa los niveles de colesterol y triglicéridos.
- Orina completa: evalúa riñón y vías urinarias.
* Chequeos anuales de hombres y mujeres a partir de los 40 años
- Ecografía abdominal: examina órganos intraabdominales que se ubican lejos de la palpación para descartar tumores, quistes, cálculos, hígado graso, alteraciones vasculares del hígado y, en personas mayores de 60 años, aneurisma y ateroma abdominal.
- Radiografía de tórax: anuales para los fumadores y cada 5 años para los no fumadores.
- Electrocardiograma de reposo y test de esfuerzo: para evaluar la salud del corazón.
- Evaluación de colon: se efectúa en mayores de 50 años con una colonoscopía larga, un examen del interior del colon y el recto. Si sale normal, se repite cada cinco años.
* Desde los 40 años en el hombre
- Consulta urológica: de 10 a 15 % de cánceres prostáticos sólo se detectan con la palpación. Antígeno prostático específico (requiere muestra de sangre).
- TSH* (Hormona tiroestimulante): para verificar el estado de la tiroides.
* Desde los 40 años en la mujer
- FSH* (Hormona folículo estimulante): para diagnosticar menopausia y determinar el estatus ovárico de la paciente, lo que permite detectar patologías asociadas a esta etapa de la vida, como osteoporosis, trastornos metabólicos y alteraciones de ánimo.
- Densitometría ósea: para descartar osteopenia u osteoporosis. Debe repetirse a los 5 años si los resultados son normales. A partir de los 45 años, debe realizarse anualmente.
- Ecografía ginecológica: sirve para observar útero, ovarios y endometrio y descartar quistes, miomas y tumores.
- Mamografía: previene el cáncer de mama.
Falsa seguridad
Las mujeres deben someterse a un control ginecológico anual desde que inician su actividad sexual. Además, todos los años deben hacerse el PAP para prevenir el cáncer cérvicouterino. “Aunque la importancia del control ginecológico es indudable, muchas mujeres suelen tener un falso sentido de seguridad acerca de su condición de salud, porque creen que es el único control que necesitan”, señala el doctor Trincado.
“Pero no deben confiarse: hay que acudir al internista anualmente, pues la mujer también puede enfermarse por otras causas; es así como una de cada dos mujeres muere por enfermedad cardiovascular, versus una de cada 30 que fallece por cáncer de mama. Por otro lado, el cáncer de vesícula es una causa principal de muerte por cáncer en la mujer. Estos son sólo algunos ejemplos de enfermedades que se pueden evitar con un control de salud integral”, agrega.
Artículo publicado en la revista Vivir Más en octubre 2007
Por lo menos un tercio de los adultos en Chile jamás se ha chequeado con un médico internista. Las personas acuden a especialistas ante una dolencia específica, pero a menudo desconocen el estado de salud de órganos como el corazón, los pulmones, los riñones o el hígado.
Para prevenir los riesgos propios de cada persona según sus antecedentes clínicos, el doctor Patricio Trincado, jefe de Medicina Preventiva de Clínica Las Condes, recomienda chequearse anualmente con un internista desde que comienza la edad adulta, aproximadamente a los 18 años.
Además del examen físico, durante la evaluación el médico le pregunta al paciente sobre posibles molestias, hábitos de vida y antecedentes familiares; esto último es vital para determinar el riesgo de desarrollar enfermedades como cáncer, hipertensión o diabetes. Con dicha información y considerando su edad, lo clasifica según sus niveles de riesgo y, de acuerdo a ellos, puede solicitar los exámenes que se detallan en la tabla que viene más adelante.
A partir de los 40 años en el hombre, y de la menopausia en la mujer, aumenta el riesgo cardiovascular, oncológico y de patologías digestivas, por lo cual se sugiere agregar otras evaluaciones, que deben realizarse una vez al año.
Situaciones especiales
En general, las personas con antecedentes de cáncer en familiares directos (padres o hermanos) deben ser evaluados por especialistas. “Es recomendable un chequeo oncológico que consiste en una evaluación realizada por un médico internista, quien aplica un cuestionario para detectar el riesgo hereditario de cáncer y evalúa al paciente analizando los exámenes de laboratorio. Con esta información puede orientarlo en las medidas que debe tomar para reducir riesgos”, dice el doctor Patricio Trincado.
Las mujeres menores de 40 años que tienen familiares directos con cáncer de mama, por ejemplo, deben comenzar a realizarse mamografías y ecografías mamarias anualmente antes de los 30 años. En algunos casos, además se puede solicitar una evaluación genética.
Las personas cuyos familiares directos (padres o hermanos) tienen cáncer de colon, se deben someter a una colonoscopía larga a partir de los 18 años. En estos casos, también es necesario realizar anualmente un test de hemorragias ocultas mediante un examen de deposiciones, cuyas muestras el paciente toma en su casa con una espátula diminuta.
El seguimiento posterior se efectúa de acuerdo a los resultados de estos exámenes. En muchas ocasiones –por ejemplo, cuando se han detectado pólipos adenomatosos (pequeños tumores benignos, pero que tienen alta probabilidad de transformarse en malignos)– es necesario hacer una colonoscopía anual.
Otro caso especial, es el de los hijos de padres con colesterol elevado. Es recomendable realizarles un perfil lipídico incluso en la niñez, puesto que existen las llamadas “hipercolesterolemias familiares”, que se presentan en etapas muy tempranas de la vida.
Prevención infantil
El doctor Patricio Trincado aconseja llevar a los menores de edad al control del niño sano durante toda la infancia.
Además, sugiere que antes de los once o doce años, los padres consulten al endocrinólogo infantil frente a cualquier inquietud sobre el peso o la talla del niño.
Las niñas deben consultar a la ginecóloga infanto-juvenil después de su primera regla, para evaluar su desarrollo y suministrarle pautas básicas de educación sexual.
Calendario de chequeos
* Hombre y mujer a partir de los 18 años
- Hemograma y VHS* (Velocidad de sedimentación de hemoglobina): evalúa en forma general los glóbulos rojos para descartar anemia, los glóbulos blancos encargados de las defensas, y las plaquetas, fundamentales para la coagulación. La VHS, en tanto, indica si hay inflamación en general.
- Perfil bioquímico: analiza las condiciones químicas del cuerpo, la función de hígado, riñones, huesos, y el nivel de azúcar y proteínas.
- Perfil lipídico: evalúa los niveles de colesterol y triglicéridos.
- Orina completa: evalúa riñón y vías urinarias.
* Chequeos anuales de hombres y mujeres a partir de los 40 años
- Ecografía abdominal: examina órganos intraabdominales que se ubican lejos de la palpación para descartar tumores, quistes, cálculos, hígado graso, alteraciones vasculares del hígado y, en personas mayores de 60 años, aneurisma y ateroma abdominal.
- Radiografía de tórax: anuales para los fumadores y cada 5 años para los no fumadores.
- Electrocardiograma de reposo y test de esfuerzo: para evaluar la salud del corazón.
- Evaluación de colon: se efectúa en mayores de 50 años con una colonoscopía larga, un examen del interior del colon y el recto. Si sale normal, se repite cada cinco años.
* Desde los 40 años en el hombre
- Consulta urológica: de 10 a 15 % de cánceres prostáticos sólo se detectan con la palpación. Antígeno prostático específico (requiere muestra de sangre).
- TSH* (Hormona tiroestimulante): para verificar el estado de la tiroides.
* Desde los 40 años en la mujer
- FSH* (Hormona folículo estimulante): para diagnosticar menopausia y determinar el estatus ovárico de la paciente, lo que permite detectar patologías asociadas a esta etapa de la vida, como osteoporosis, trastornos metabólicos y alteraciones de ánimo.
- Densitometría ósea: para descartar osteopenia u osteoporosis. Debe repetirse a los 5 años si los resultados son normales. A partir de los 45 años, debe realizarse anualmente.
- Ecografía ginecológica: sirve para observar útero, ovarios y endometrio y descartar quistes, miomas y tumores.
- Mamografía: previene el cáncer de mama.
Falsa seguridad
Las mujeres deben someterse a un control ginecológico anual desde que inician su actividad sexual. Además, todos los años deben hacerse el PAP para prevenir el cáncer cérvicouterino. “Aunque la importancia del control ginecológico es indudable, muchas mujeres suelen tener un falso sentido de seguridad acerca de su condición de salud, porque creen que es el único control que necesitan”, señala el doctor Trincado.
“Pero no deben confiarse: hay que acudir al internista anualmente, pues la mujer también puede enfermarse por otras causas; es así como una de cada dos mujeres muere por enfermedad cardiovascular, versus una de cada 30 que fallece por cáncer de mama. Por otro lado, el cáncer de vesícula es una causa principal de muerte por cáncer en la mujer. Estos son sólo algunos ejemplos de enfermedades que se pueden evitar con un control de salud integral”, agrega.
Artículo publicado en la revista Vivir Más en octubre 2007
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