viernes, 24 de mayo de 2013

DANIEL

Pregunta 1: ¿Por qué desestimar la versión de que Daniel y sus amigos hebreos no fueran realmente eunucos, en el sentido literal y físico, es decir, castrados?
El comentario Bíblico Adventista t. 4, p. 785, señala que “no puede darse una respuesta categórica a la pregunta de si se refiere el término “eunuco” (heb. Saris) en Daniel 1:3 en sentido literal o físico de la palabra, es decir que habían sido castrados, o si se refiere de manera general para designar cualquier tipo de funcionario real”. Lo mismo refrenda El Diccionario Bíblico Adventista T. 8 al definir la palabra “eunuco”.  “El término llegó a ser sinónimo de “oficial” o “funcionario”, y ocasionalmente habría sido usado para hombres que estaban en la plenitud de su virilidad”.  Y la biblia Dios Habla Hoy, en su glosario de términos señala que “En un principio se designaba así generalmente al hombre que había sido castrado para servir principalmente como guardián de las mujeres de su  amo. Pero los eunucos llegaron a tener tanta importancia en las cortes de los reyes antiguos, que al parecer el término dejó de usarse exclusivamente en un sentido literal y pasó a significar también un alto funcionario de toda confianza del rey, estuviere o no realmente castrado. En S. Mateo 19: 11,12 la palabra eunuco… se emplea también en sentido figurado, aplicándolo a los que permanecen sin casarse.
Pregunta 2: Si Daniel y sus amigos eran eunucos literales y físicos, ¿cómo entenderíamos las declaraciones de la lectura de Profetas y Reyes y del libro La Edificación del Carácter, de Elena de White, en que señala que la pureza y el dominio propio de estos jóvenes,  para no contaminarse con la lujuria y las tentaciones sensuales, fue producto de la educación religiosa recibida de sus padres, sus hábitos de alimentación saludable y abstinencia de vino, y su vida de oración, fe y conocimiento de Dios, lo que los mantuvo íntegros. Pues ellos eran semejantes a nosotros en pasiones y, por lo tanto, son un ejemplo especialmente para la juventud? 
Profetas y Reyes (pp. 358-360) // (pp. 216-220):
“Los notables hebreos fueron hombres de pasiones como las nuestras, y no obstante las influencias seductoras de la corte babilónica, permanecieron firmes, porque confiaban en una fuerza infinita... En lo que experimentaron tenemos un ejemplo del triunfo de los buenos principios sobre la tentación, de la pureza sobre la depravación, de la devoción y la lealtad sobre el ateísmo y la idolatría.”
“Los jóvenes de hoy pueden tener el espíritu que dominó a Daniel; pueden sacar fuerzas de la misma fuente, poseer el mismo poder de dominio propio y revelar la misma gracia en su vida, aun en circunstancias  tan desfavorables como las que predominaban entonces. Aunque rodeados por tentaciones a satisfacer sus apetitos, especialmente en nuestras grandes ciudades, donde resulta fácil y atrayente toda complacencia sensual, pueden permanecer por la gracia de Dios. Mediante una determinación enérgica y una vigilancia constante, pueden resistir toda tentación que asalte el alma. Pero solo podrá obtener la victoria el que resuelva hacer lo correcto.”
“Tampoco podían correr el riesgo que representaba el efecto enervador de la lujuria y la disipación sobre el desarrollo físico, mental y espiritual. Conocían la Historia de Nadab y Abiú, cuya intemperancia, así como los resultados que había tenido, describían los pergaminos del Pentateuco, y sabían que sus propias facultades físicas y mentales quedarían perjudicadas por el consumo del vino.”
“Los padres de Daniel y sus compañeros les habían inculcado hábitos de estricta temperancia. Se les había enseñado que Dios los tendría por responsables de sus facultades, y que no debían atrofiarlas ni debilitarlas. Esta educación fue para Daniel y sus compañeros un medio de preservación entre las influencias desmoralizadoras de la corte babilónica. Intensas eran las tentaciones que los rodeaban en aquella corte corrompida y lujuriosa, pero no se contaminaron. Ningún poder ni influencia podía apartarlos de los principios que habían aprendido temprano en la vida a través del estudio de la Palabra y las obras de Dios.”
 La edificación del carácter (pp. 16-18):
 “Se nos ha dejado un breve relato de la vida de este santo hombre de Dios, para ánimo de aquellos que en lo sucesivo sean llamados a soportar pruebas y tentaciones.”
“Daniel estaba sujeto a las más severas tentaciones que pueden asaltar a los jóvenes de hoy en día; sin embargo, era fiel a la instrucción religiosa recibida en los primeros años.”



1 comentario:

Roxana Gómez dijo...

Gracias....hemos podido resolver una duda...bendiciones

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