domingo, 13 de abril de 2008

CAMBIA MI VIDA O MATAME

La increíble metamorfosis mística de un ex líder del narcotráfico mundial De ser el cabecilla del Cartel de Medellín se transformó en un teólogo que se pasea por el mundo dictando charlas antidrogas. Esta es su historia, que, de tan cinematográfica, el mismo Hollywood prepara una película con su vida.

Fue uno de los líderes del narcotráfico a nivel mundial -específicamente del "Cartel de Medellín"- durante más de 10 años. El negocio de la droga lo transformó rápidamente en un multimillonario, a tal punto que, según cuenta, tuvo mansiones en más 20 países, aviones, decenas de lujosos autos y mujeres por doquier.

Es Jorge Valdés (52 años), un cubano que, por esas vueltas de la vida, y pese a venir de una familia "de buenos valores y principios" -según su propia descripción-, se involucró hasta lo más hondo en el mercado de la droga entre 1976 a 1987.

Tenía 23 años y ya ganaba 23 millones de dólares mensuales. En 1979, Jorge Valdes poseía mansiones en distintos países y una flota de barcos y aviones, con que recorría América traficando droga. Este cubano en el exilio, se había convertido en el hombre de confianza del Cartel de Medellín en Nueva York. Era el responsable directo del 95% de la cocaína que entraba a Estados Unidos. “La vida de nosotros en el Cartel es algo muy interesante. Nosotros no teníamos duda ninguna que el final de nuestra vida iba a ser una de las dos cosas: íbamos a morir o íbamos a pasar el resto de la vida en la cárcel y no nos importaba.”

Estuvo -varias veces- a punto de morir asesinado. Y en dos oportunidades cayó preso, pero incluso desde la cárcel controlaba el negocio de la cocaína. Ni siquiera un accidente aéreo y seis años de reclusión, lograron alejarlo del mundo del narcotráfico.

Ayer arribó a nuestro país para participar este fin de semana en un encuentro organizado por 10 colegios de los Legionarios de Cristo, y habló con el diario "La Segunda". Al más puro estilo hollywoodense reveló detalles de su vida que, de hecho, según confiesa, pronto podrán ser vistos en la "pantalla grande"

Valdés vivió en Cuba hasta que Fidel llegó al poder. A sus 10 años partió a Miami con su familia, menos su madre, por un error en su pasaporte. "Fue lo peor, de tener mucha plata en Cuba, vivimos en la miseria en EE.UU. Me di cuenta de que Dios no existía, pese a lo que me decía mi madre".

Una década más tarde, se graduó de contador en Estados Unidos y un profesor le pidió ayuda para unos clientes que tenían un almacén. Al poco tiempo, "supe que se trataba de los cabecillas del 'Cartel de Medellín'", relata: pasó a ser su contador y se encargó de abrirles cuentas en el extranjero para lavar dinero. "Empecé a viajar por el mundo, les manejaba unos US$50 millones al mes", recuerda.

-¿Cómo pasó a liderar el Cartel de Medellín?

-A los 21 años me hicieron cabecilla de la distribución del Cartel en EE.UU. Manejaba el 95% de toda la cocaína que entraba a ese país. Ganaba hasta US$3 millones mensuales. Ya había cruzado la línea, yo era jefe de todo: decidía a quién se la vendía, a quién no, a qué policía teníamos que pagarle, a qué juez, a qué Presidente teníamos que sobornar.

-Perdón, ¿se refiere a presidentes de países?

-Sí... desde Costa Rica a Panamá, Colombia, Honduras, Guatemala... No te voy a dar los nombres, eso sí.

"Dormía con una pistola y dos ametralladoras"

Para ese entonces, el ex narco se había casado y tenía dos hijos. Con el dinero ganado mantenía mansiones en "Nueva York, Los Angeles, Miami, Medellín, Cartagena, todas compradas. En ese tiempo empecé a salir con todas las artistas de Hollywood. Pensaba que entre más tuviera, más feliz sería". Su "stock" de bienes lo completaban aviones y barcos para trasladar la droga.

-¿Tenía que andar armado?

-Siempre. Andaba con US$ 200 mil en joyas, carros lujosos, andaba con armas y 10 guardaespaldas todos los días.

-¿Pensó que lo podían matar?

-Me iba a dormir con una pistola bajo la almohada y dos ametralladoras UZI al lado de mi cama. Cuando salía de mi casa, miraba a mis hijos y a mi esposa y estaba convencido que no volvería vivo esa noche. Pero no me importaba.

En ese tiempo, su madre, enterada de los malos pasos de su hijo, le dijo que rezaría por él para que cambiara, pero Valdés le respondió: "¡Qué Dios!, ¿dónde estaba Dios cuando salimos de Cuba y tú te quedaste y pasamos hambre?".

-¿Y cuándo se dio cuenta de que no eras feliz?

-Cuando tenía un millón de dólares, tenía todos los carros habidos y por haber, tenía mujeres por todo el mundo, tenía más poder que muchas personas en el mundo... pero me sentía vacío. Pero pensaba que ese sentido de vida lo encontraría en esto tarde o temprano.

"Dios, si tú existes, cambia mi vida o mátame"

-¿Cómo es que deja todo para empezar una vida nueva?

-Tenía una fiesta en mi casa y mi ex esposa fue a dejar a mi hija, que me empezó a tocar la puerta. Me decía "papi, soy yo, Cristal". Fue la primera vez en mi vida que me sentí sucio y pensé 'lo único que tengo en mi vida era esa niñita de 3 años'. Todo ya estaba corrupto y no le pude abrir la puerta, porque si lo hacía la corrompería a ella también. Ella siguió tocando y una hora después le abrí: lloraba en el piso.

Me dije 'no puedo más'. Y me fui de Miami a vivir a un rancho. Me desasocié de todo el mundo. En ese tiempo contraté a un maestro para que me hiciera clases de kárate y el primer día me abrió una Biblia.

Relata que empezó a ver cómo su maestro vivía en un mundo chico, con una casa pequeña, un automóvil viejo y casado con la misma mujer 25 años... Y era feliz.

Esa vez, recuerda, "me fui a mi cuarto, me puse de rodillas y dije 'Dios, si tú existes y eres capaz de perdonar a alguien como yo, cambia mi vida o mátame. Pero yo no puedo vivir más así' ".

Dos meses después lo arrestaron por su historial delictual. Estuvo cinco años en prisión, "pero ya me había entregado completamente a Cristo", aclara. Estando en la cárcel se puso a estudiar teología. Cuando salió libre, continúa, "saqué el título e hice un doctorado en teología. Me casé con mi señora actual con la cual llevo 11 años y tengo tres hijos. Dios me llamó para traer un mensaje de esperanza".

-¿Y cuál es su mensaje hoy?

-Un solo joven con Cristo puede cambiar la sociedad entera. La juventud es el futuro de la humanidad.

Solo cuando salio por segunda vez de la cárcel en 1998, resolvió dejar el infierno de la droga. Fue su hija -en una primera instancia- la que pudo contra su ambición por el dinero y el poder. Y más tarde -relata él mismo- fue Dios quien logró transformarlo en lo que es hoy: Un teólogo católico que, a partir de su experiencia, se pasea por el mundo dando charlas para que los jóvenes no se apeguen a las cosas materiales ni caigan en la droga.

Se convirtió al catolicismo y obtuvo un doctorado en Teología. Los últimos 10 años de su vida a recorrido el mundo dando testimonio de su amor a Jesucristo. También es uno de los principales asesores de la Casa Blanca en el combate al narcotráfico. “Y yo vivía en un mundo inmenso, mansiones, miles de mujeres flota de barcos y aviones y diariamente me quería morir.”

Trabaja con el Pentágono

Actualmente, el ex narcotraficante asesora a los jefes de los diferentes departamentos militares del Pentágono norteamericano y participa de un ministerio motivacional cristiano, donde realiza cinco charlas anuales a nivel mundial.

Le pagan cinco mil dólares por hablar de su experiencia, "pero todo ese dinero va para una organización que ayuda a jóvenes a salirse de la droga", aclara Valdés. "El objetivo detrás de todo, es cambiar el corazón de los hombres", agrega.

Además creó hace 10 años una compañía que restaura lugares afectados por desastres: fue la que despejó la zona de las Torres Gemelas tras el 11 de Septiembre del 2001.

En 1998 publicó el libro "Cuentas Claras", donde cuenta toda su vida.

Jorge Valdes visitó la Corporación la Esperanza. Allí conversó abiertamente con personas que se rehabilitan de drogadicción. Su propuesta de terapia apunta más a mirar las oportunidades de transformar la vida que enterrarla en los errores del pasado. “Qué es lo que pasa con todos estos muchachos. Llega un momento en que pierden la esperanza. Hay consecuencias por lo que has hecho. Yo tuve que pagar con años preso. Yo sufro con muchas de esas consecuencias, pero hay un perdón y hay otro mañana.” Perdón y enmendar los errores son también la clave de la Corporación la Esperanza. En 6 centros en Iquique y en Santiago rehabilitan actualmente a más de 300 hombres y mujeres. El senador Orpis dice: “Y el tratamiento no consiste en rehabilitarlo solamente de la droga, sino en reeducarlos y que al final del proceso, terminen con un proyecto de vida, para que le den sentido a la vida, porque vidas vacías son los que, en definitiva, conducen a la drogadicción y a muchos males que tiene la sociedad. Mientras Jorge Valdes continua su apostolado en el mundo de las drogas, en Hollywood se está filmando una película con la historia de su vida. La sinopsis la tuvieron en vivo estos jóvenes, que como él, también buscan renacer a una vida nueva.




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