miércoles, 3 de diciembre de 2008

VENDRÉ OTRA VEZ

Había sufrido mucho cuando niño. Había sido abusado sexualmente inclusive. Sus padres se llevaban pésimo y se separaron. Al llegar a la adolescencia, a raíz de todo lo vivido en su tormentosa niñez, se sintió desorientado y manifestó una tendencia homosexual. Su vida estaba vacía y llena de remordimientos. Un día se paró frente al balcón del departamento donde vivía y miró hacia abajo al vacío. Quiso poner fin a su vida, y así escapar de todo ese sufrimiento. Pero retrocedió, no se sintió capaz. Esa misma tarde, recibió por debajo de su puerta un folleto cristiano que decía como titular: “Viva con esperanza”. El se dijo para si: ¿Vivir con esperanza? Esto será para otros, pero no para mi. No obstante leyó el folleto y decidió a asistir al lugar de las reuniones que se promocionaban allí. Fue una noche, y otra noche más, y los hermanos le ofrecieron darle estudios bíblicos, a lo cual él accedió. Su corazón se henchía de emoción al descubrir a Dios, a través de las páginas de la Biblia. Finalmente aceptó a Dios en su vida y un día se acercó al balcón de su departamento, pero esta vez no miró hacia abajo, sino que miró hacia arriba, y dio gracias a Dios, porque ahora sí podía vivir con esperanza, y recordó la promesa del Señor Jesús que dijo: “Vendré otra vez”.

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