viernes, 29 de enero de 2010

EL PAÍS QUE MARCA LA PAUTA















La economía chilena destaca entre las más estables y pujantes del mundo. El mercado estimula la libre competencia y la apertura comercial, al tiempo que las autoridades cuidan y promueven la disciplina fiscal. El crecimiento de la última década alcanza un promedio cercano al 5% anual.

El sostenido crecimiento confirma que la economía de Chile es una de las más abiertas y dinámicas, situación que le ha permitido firmar Tratados de Libre Comercio con mercados que representan casi dos tercios de la población mundial.

Los mejores socios del crecimiento de la última década son la responsabilidad fiscal y los programas sociales que han reducido de modo significativo la pobreza, multiplicando por cuatro el número de jóvenes que ingresa a las universidades.

Modelo económico

El modelo chileno ha sido reconocido internacionalmente por connotados especialistas y medios de comunicación de prestigio. Todos destacan el éxito económico del país, la disciplina fiscal y los programas sociales de gran impacto.

Se trata de una economía abierta, competitiva, orientada al libre comercio y con una fuerte política exportadora. No es casual que Chile sea uno de los países que más Tratados de Libre Comercio ha firmado en los últimos años, entre otros con la Unión Europea, Estados Unidos, Corea del Sur, Canadá y China.

Con el fin de que el éxito económico beneficie a todos los habitantes del país, se implementan reformas de resuelto énfasis social. Son iniciativas en las distintas áreas de la actividad socioeconómica. Una de las más relevantes es el Plan AUGE (Acceso Universal para prestaciones integrales y Garantías Explícitas), sistema de salud pública que garantiza más y mejor cobertura a todos los chilenos.

La economía también muestra avances en construcción de viviendas sociales y en amplios programas de acceso a la educación. Los índices de pobreza han disminuido de modo significativo en quinces años, desde 38% en 1990 a 13,7% en 2006. Aun subsiste inequidad en la distribución de los ingresos, tarea que une a todos en la búsqueda de soluciones permanentes a la desigualdad.

Una decidida política de ahorro de reservas da respaldo a la estabilidad de la economía y permite hacer frente a los períodos de crisis que afectan a la economía mundial.

El uso racional de las divisas que genera el cobre y el ahorro sistemático de los superávit fiscales, hicieron posible sumar reservas superiores al 12% del PIB y aprobar en el Parlamento un reajuste presupuestario de un 5,7% para 2009.

De acuerdo a informes del Fondo Monetario Internacional, el indicador de Producto Interno per Cápita otorga a Chile el liderazgo entre los países de América Latina, con US$ 14.673 en 2007.

Tres décadas de libertad económica e incentivos al emprendimiento han hecho de Chile una de las economías más pujantes, estables y abiertas del mundo. La inversión extranjera es un eje fundamental de su desarrollo.

En este país empresarios y emprendedores de diferentes partes del orbe encuentran seguridad institucional, mecanismos jurídicos estables, claros e igualdad de trato.

Por sus condiciones, Chile es un sitio ideal para las actividades de empresas multinacionales, de astronomía e incluso para los estudios de Hollywood.

1. Economía estable: De acuerdo con el último ranking de Ambiente para Hacer Negocios para el período 2008-2012 publicado por The Economist Intelligence Unit (EIU), Chile actualmente ocupa el lugar 20 entre los países más atractivos para hacer negocios, sobre la base de un universo formado por las 82 mayores economías del mundo.

La posición de Chile en cuanto a los atractivos para la inversión supera claramente la de otros países de Latinoamérica en todo tipo de dimensiones bajo evaluación. Incluso el país superó a otros países del mundo como Japón, España, Polonia y Corea del Sur, entre otros.

2. Conectividad de clase mundial: En sus rankings de aptitud digital del 2006 The Economist Intelligence Unit (EIU) identificó a Chile como el mercado de América Latina más digitalizado, destacando el hecho de que sus ratios de penetración de banda ancha y de telefonía móvil son por lejos los más altos de Latinoamérica.

De acuerdo al estudio Connectivity Scorecard 2009, encargado por la empresa Nokia, Chile se ubica en el tercer lugar del ranking de conectividad entre las economías basadas en los recursos y la eficiencia, por encima de Rusia, China, India y todos los países de América Latina.

3. Recursos humanos calificados: Chile tiene varias de las mejores escuelas de negocios de Latinoamérica y en general ha alcanzado altos estándares educacionales. Por ejemplo, la Universidad Católica se ubicó en el segundo lugar del ranking de los mejores MBA de la revista regional AméricaEconomía.

El país también cuenta con un moderno sistema de educación superior y desde 1990 el número de jóvenes en las universidades ha aumentado desde un 10 por ciento a un 40 por ciento. Algunas de las universidades chilenas también se ubican entre las 350 mejores del mundo según el estudio de Times Higher Education de QS World University Rankings.

4. Costos competitivos: En su último estudio sobre las mejores ciudades para hacer negocios en Latinoamérica, la revista de negocios AméricaEconomía ubicó a Santiago en el segundo lugar de la región, tras Sao Paulo y por delante de Miami. Mientras Forbes ubica a Chile entre los 25 mejores países para hacer negocios.

Dicho estudio, combinado con otros análisis hechos por el World Economic Forum, UBS y CB Richard Ellis Global Research & Consulting, con base en Estados Unidos, continuamente han posicionado a la capital chilena en particular, y a Chile en general, como una de las más competitivas locaciones para el establecimiento de corporaciones internacionales en términos de costos para hacer negocios -incluyendo impuestos-, disponibilidad de oficinas, mano de obra, telecomunicaciones y costos de transferencias.

5. Calidad de vida: De acuerdo con una encuesta sobre calidad de vida hecha por The Economist Intelligence Unit en 2009, Santiago se ubicó en el segundo lugar en América Latina, detrás de Buenos Aires, y 64 entre 140 ciudades seleccionadas de todo el orbe. Junto con el bajo costo y alta calidad de las viviendas, una educación de calidad internacional y barata, Chile ofrece parte de la mejor infraestructura médica de la región.

También cuenta con un extendido y seguro sistema bancario y excelentes instalaciones comerciales y de ocio. Adicionalmente, tiene una de las tasas de delincuencia más bajas de Latinoamérica. La revista de negocios AméricaEconomía mostró que la tasa de homicidios en Santiago es de sólo 1,99 por cada 100.000 habitantes, de lejos la menor en una muestra de 18 grandes ciudades de la región. Y, en un contexto global, se trata de una ciudad económica.

6. Acceso a mercados mundiales: Como resultado de numerosos acuerdos de libre comercio las empresas en Chile ahora disfrutan el privilegio –en muchos casos, con arancel cero– de acceder a mercados con casi 4.000 millones de consumidores alrededor del orbe.

Respondiendo a esta oportunidad, un creciente número de compañías, como la británica-holandesa Unilever, la suiza Nestlé, la alemana Beiersdorf y la empresa de computación controlada por capitales japoneses Packard Bell, están aprovechando las facilidades otorgadas por Chile para exportar a otros mercados de la región y del resto del mundo.

7. Apoyo gubernamental: Chile no utiliza subsidios para apoyar las actividades productivas o atraer inversiones. Sin embargo, cualquier inversor, local o extranjero, puede acceder a incentivos a la inversión en áreas específicas del país -regiones muy remotas que sufren la declinación de industrias clave- o para nuevos sectores.

En ese sentido, el gobierno chileno busca posicionar a Chile como una plataforma de negocios intensivas en tecnología y para ello generó una serie de líneas de crédito, subsidios y bonificaciones que canaliza a través de la Corporación de Fomento (Corfo, agencia de desarrollo económico). Con este objetivo lanzó el programa InvestChile, bajo el patrocinio del Ministerio de Economía y en coordinación con el Comité de Inversiones Extranjeras (CIE).

8. Bajos impuestos a empresas: En Chile el impuesto del 17% que se aplica a las empresas es menor a los que cobran la mayoría de las economías europeas y son los más bajos de América Latina. Este privilegiado rango impositivo es un gran incentivo para la inversión.
Además, Chile ha negociado acuerdos bilaterales de doble tributación, sobre la base de los siguientes criterios:

• Un Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente
• Un flujo de capital y tecnológico sustancial desde o hacia Chile.
• El atractivo de una economía para desarrollar negocios, tanto para chilenos como extranjeros.
• Un interés estratégico en la región.

9. Libertad para crecer: El 80% de la economía chilena es libre y el país se ubicó en el puesto número 11 del índice de libertad económica de 2009 de la Fundación Heritage de Estados Unidos que considera a 179 países.

La transparencia del gobierno chileno y su rol de no intervención, garantiza a las empresas y a los particulares, sean nacionales o extranjeros, poder determinar libremente la naturaleza de sus actividades económicas. Hoy es miembro de la OCDE y es la nación más transparente de América Latina y la número 22 a nivel mundial, según el ranking anual elaborado por Transparency International.

10. Instituciones sólidas: Los inversionistas y las personas naturales que se establecen en Chile también encuentran un ambiente regulatorio que asegura un trato igualitario para la inversión en casi todos los sectores productivos, exceptuando aquellos que tienen un carácter estratégico, así como buenos estándares de seguridad ciudadana y niveles de corrupción pública y privada sumamente acotados.

El centro de estudios internacionales Policy Network destacó a Chile con el mejor Índice de Calidad Institucional (ICI) de Latinoamérica, al situarlo en la ubicación 24º del ranking que consideró a 191 naciones.

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