martes, 10 de abril de 2007

FACTORES DEL EXITO ECONOMICO 7




ELIGEN LA OCUPACIÓN CORRECTA: La mayoría de los millonarios de los Estados Unidos son dueños de empresas o profesional autónomo. Pero estos individuos autónomos tienen 4 veces más posibilidades de ser millonarios, que los que trabajan para otros. Es imposible adivinar si alguien es millonario por el tipo de actividad en que está. El carácter del dueño de empresa, es más importante para suponer su nivel de riqueza, que la clasificación de su actividad. Algunas actividades tienden a ser más rentables que otras. Por eso, los que tienen empresas en las industrias más rentables, tienden por definición a obtener mayores ingresos. Pero el hecho de que usted esté en una actividad rentable, no garantiza que su empresa sea altamente productiva. Y de ser productiva, no es garantía que llegue a ser rico, porque aunque usted obtenga grandes ganancias, tal vez gaste cantidades aún mayores en bienes y servicios de consumo no relacionado con la empresa. Es posible que se haya divorciado tres veces o que tenga el hábito de apostar a los caballos de carrera. Tal vez no tenga un plan de retiro ni tenga acciones de empresas grandes que coticen en Bolsa. Quizá usted sienta poca necesidad de acumular riqueza. Para usted, el dinero puede ser el recurso más fácilmente renovable. Si piensa que lo es, tal vez sea un gastador, nunca un inversor. Pero, ¿y si usted es frugal y es un inversor consciente, dueño de una empresa rentable? En ese caso, lo más probable es que llegue a tener fortuna. Las ganancias no se traducen automáticamente en fortuna o riqueza acumulada. Generar ganancias, y a la larga riqueza, requiere talento y disciplina. No, esto no es una cuestión de equipo, ni de idea ni de actividad. Muchos factores externos, a menudo incontrolables, influyen sobre la rentabilidad de las empresas y las firmas en las distintas actividades. Los cambios en las preferencias de los consumidores, también pueden influir sobre las ganancias. Lo mismo puede ocurrir con los actos del gobierno. Muchos dueños de empresa exitosos nos han dicho que les gustan “los breves períodos de tiempos duros” en las actividades que eligieron, porque hacen desaparecer a muchos competidores. Menos de uno de cada cinco dueños de empresa millonarios traspasa su empresa a sus hijos, para que estos la exploten. ¿Por qué? El mérito es de los ricos. Saben lo difícil que es tener éxito en los negocios. Comprenden que la mayoría de las empresas es sumamente vulnerable a la competencia, debe enfrentar las tendencias del consumo, gastos generales altos y otras variables incontrolables. Los millonarios aconsejan a sus hijos y los estimulan a ser profesionales autónomos, como médicos, abogados, ingenieros, arquitectos, contadores o dentistas. Los opulentos conocen los riesgos y las probabilidades de tener éxito o fracasar en los negocios. También comprenden, al parecer, que sólo una pequeña minoría de los profesionales autónomos no logra obtener beneficios en un año dado y que la rentabilidad de la mayoría de las firmas de servicios profesionales, es considerablemente superior al promedio para las pequeñas empresas en general. La mayoría de las empresas requieren una inversión en tierra, equipos y edificios. Los factores incontrolables pueden aniquilar su empresa. Sus habilidades son prácticas más que intelectuales. Pueden quitarte tu empresa, pero no pueden quitarte el intelecto. Los profesionales venden su intelecto, y lo pueden llevar a cualquier parte. Sus recursos son muy transportables. En cambio la tierra, los edificios, las maquinarias no lo son y pueden ser confiscadas. Médicos, dentistas, abogados, contadores, ingenieros, arquitectos, veterinarios y quiroprácticos son todas ocupaciones que desempeña una cantidad desproporcionada de hijos de parejas opulentas en todo el país. La mayoría de los profesionales autónomos pasan muchos años estudiando, lo cual resulta costoso, tanto en término de dólares como de tiempo. No obstante, la mayoría de los padres opulentos consideran que los beneficios vitalicios ligados al hecho de ser profesionales, superan ampliamente esos costos. Recuerde que la mayor parte de estos padres pagan la totalidad o una porción considerable de la educación y las cuotas de enseñanza de sus hijos. La primera generación de opulentos normalmente es de empresarios. Vencen la adversidad. Las empresas tienen éxito y ellos se convierten en acaudalados. Mucho de su éxito depende de la vida frugal que llevan mientras montan sus empresas. La mayoría de los que triunfan, comprenden que las circunstancias podrían haber actuado en su contra. Sus hijos lo pasarán mejor. No tendrán que correr riesgos significativos. Serán profesionales autónomos, médicos, abogados y contadores. Su capital será su intelecto. Muchas veces sus hijos no son frugales por el estilo de vida, pues su alta jerarquía requiere niveles más altos de consumo y más bajos de inversión. Generalmente las empresas aburridas son las que producen riqueza para sus dueños. No son divertidas, pero rinden, por ejemplo: fábrica para revestimiento de paredes, , fabricación de materiales de construcción, repuestos de automóviles, negocio de artículos electrónicos, viviendas prefabricadas., etc. En general no traen una gran competencia y la demanda de sus ofertas, no está sujeta a cambios bruscos. Los opulentos tienen una gran variedad de empresas aburridas normales, y lo hacen, porque además les da una libertad enorme. Son sus propios jefes. Además, es menos riesgoso que trabajar para otros. En general, ser empresario conlleva un riesgo financiero considerable. Pero los dueños de empresa tienen una serie de creencias que los ayudan a disminuir su riesgo, o al menos a no percibirlo: _Yo controlo mi propio destino, _el riesgo es trabajar para un empleador despiadado, _puedo resolver cualquier problema, _la única forma de llegar a ser director general, es ser dueño de la empresa, _los ingresos que puedo ganar no tienen límites, _enfrentando el riesgo y la adversidad soy cada día más fuerte y sabio. Ser dueño de empresa también requiere el deseo de ser autónomo, les gusta lo que hacen y se sienten dichosos por avanzar solos. La mayoría de los empresarios tuvieron alguna familiaridad o experiencia con la actividad que eligieron antes de iniciar sus empresas; sea como trabajadores empleados o estudiantes de alguna materia relacionada a su empresa. Los empresarios reconocen el miedo en lo que hacen, pero lo enfrentan, lo superan. Por eso tienen éxito. Los prodigiosos acumuladores de riqueza necesitan llegar, crear riqueza, ser económicamente independientes y construir algo de la nada. El dinero no es lo principal, también disfrutan lo que hacen.

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