viernes, 14 de diciembre de 2007

ESTADOS DE ANIMO, SALUD CARDIACA Y MEMORIA

Estudios muestran que estados de ánimo afectan la salud cardíaca y la memoria

Al experimentar estrés o discutir, la presión sanguínea se eleva, favoreciendo el desarrollo de problemas en el corazón.

Paulina Sepúlveda

Mantener el equilibrio en la salud es una tarea delicada que combina el cuidado físico y emocional. Sin embargo, la mayor parte de los consejos se orientan a los síntomas del cuerpo y no toman en cuenta que el enojo o la risa pueden desencadenar fuertes efectos en el organismo, tal como lo muestran diversos estudios recientes que abordan consecuencias a nivel cardíaco o, incluso, mejoras a nivel de memoria causadas por el amor (ver recuadro).

EL EFECTO DE UNA PELEA

Bastan sólo unos minutos de discusión, para que en el organismo estalle un efecto que puede durar hasta por una semana. Así lo determinó un estudio publicado por especialistas de la U. de Ohio (EE.UU.) en International Journal of Psychophysiology.

Con cada palabra de enojo, la presión sanguínea crece. Incluso cuando las consecuencias del mal rato se creen superadas, basta sólo con recordar el momento para que la presión nuevamente se eleve. Por ello, se recomienda olvidar como antídoto.
Los investigadores realizaron una prueba a matrimonios sobre el impacto de discutir. A cada uno de los miembros les causaron pequeñas ampollas en su brazo, y comprobaron que al recordar los conflictos, las heridas demoraban 40% más de lo habitual en sanar.

Esta respuesta, aclaran los expertos, se debe al aumento de citoquinas, moléculas que desencadenan la inflamación y cuyos altos niveles se relacionan con varias enfermedades como artritis, problemas cardíacos y cáncer.

OCULTAR LA IRA

Un estudio de largo plazo realizado en EE.UU. mostró que las mujeres que reprimían su irritación durante confrontaciones en el trabajo sufrían el doble de riesgo de morir por condiciones como infartos cardíacos o cáncer. Si bien, estos episodios pueden ser breves causan fuertes alzas en los niveles de adrenalina, presión sanguínea y ritmo cardíaco.

FACTOR ESTRES

El estrés también causa impactos nocivos en el organismo. Robert Sapolsky, profesor de ciencias biológicas de la U. de Stanford, dice que este estado de ánimo genera elevados niveles de la hormona cortisol. "Esto deja más susceptible a la persona para padecer depresión", indica. La exposición crónica por años aumenta los niveles de glucosa y ácidos grasos en la sangre, acrecentando el riesgo cardiovascular y de diabetes.

Rubén Lamich, cardiólogo de Clínica Santa María, destaca que estas emociones pueden aumentar las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares: "Estar sometido a estrés laboral prolongado, implica más del doble de incidencia de enfermedades cardiovasculares y metabólicas".

El proceso que el estrés desencadena en el organismo, explica Lamich, aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la resistencia vascular de las arterias (lo que hace que se estrechen).

Una vía de escape a las emociones negativas son las lágrimas. William Frey, bioquímico del Centro Médico St. Paul-Ramsey (EE.UU.), comprobó que una de las funciones del llanto es eliminar los altos niveles de hormonas y neurotransmisores asociados con el estrés, bajando la presión sanguínea, el pulso y mejorando las ondas cerebrales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario