miércoles, 31 de enero de 2007

MITOS DEL AMOR


Es importante saber cómo amar, pero también importa saber de quien enamorarse y a quien amar. ¿Cómo saber si alguien es correcto para usted y evitar aquellos que no encajan? Si se ama a la persona equivocada, amar en la forma correcta no sirve de nada.

Los mitos del amor son creencias falsas sobre el amor desarrolladas a partir del cine, la televisión, las novelas románticas y nuestra falta de educación sobre el tema del amor, que nos impide hacer elecciones inteligentes de pareja.

1. El verdadero amor puede con todo: Ningún problema, diferencia o defecto será insuperable si amamos bastante. Con amor la otra persona cambiará. Esto es un mito porque el amor no basta para que una relación funcione. Es preciso que haya compatibilidad y compromiso.

2. Si el amor es auténtico, lo sabrá en el mismo momento de conocer a la otra persona: El verdadero amor es como un relámpago, un flechazo y a primera vista. Golpea durante los primeros minutos de la relación. Esto es un mito porque se confunde la atracción con el amor. El verdadero amor necesita tiempo para desarrollarse. La profunda conexión emocional o química con otra persona no debe evitar examinar el resto de la relación, la amistad, la confianza, la seguridad, la mentalidad abierta, la consistencia y el verdadero cariño.

3. En el mundo sólo hay un auténtico amor correcto para usted: Para cada persona que hay en el mundo, existe una pareja ideal que tenemos que encontrar para ser felices. No nos servirá ninguna imitación. La relación sólo funciona cuando es perfecta, con ausencia de conflictos, diferencias y que no exista nada en la pareja que no le guste. Existe alguien perfecto esperándole y sólo él puede hacerle feliz. Esto es un mito porque puede experimentarse el verdadero amor con muchas parejas potenciales con quien usted podría ser feliz. El acto de amar es, en sí mismo, inherentemente tan disfrutable que, si se nos presenta la oportunidad encontramos formas de amar a personas a las que creíamos no poder amar. La fórmula para tener una relación sana y duradera consiste en encontrar a una pareja con la que sea compatible y a la que se pueda amar.

4. La pareja ideal llenará todos los aspectos de su vida: La pareja perfecta satisfará todas sus necesidades. También esto es un mito porque la pareja correcta, si bien satisfará muchas de sus necesidades, no podrá satisfacerlas todas. Hay algunas necesidades que sólo debería satisfacer la pareja, pero hay otras que pueden satisfacerse con la familia, los amigos, los conocidos o sólo por usted mismo. Hay que distinguir entre lo que le gustaría encontrar en una pareja y lo que realmente necesitaría de ella.

5. Si experimenta una plena compenetración sexual, debe tratarse de amor: Si existe una gran dosis de pasión física, eso supone que hay mucho amor para sentir de ese modo, incluso ya se podría empezar a hablar de matrimonio. Si se sienten sexualmente compatibles, el éxito de la relación está garantizado. Esto es un mito porque el buen sexo no implica que exista un verdadero amor y que se podrá tener una buena relación de pareja para siempre. Sólo significa que entre ambos hay una buena química sexual y que uno o los dos son amantes hábiles. Podría significar que se experimenta una fuerte atracción que puede ser la base de una relación plena y saludable, siempre que sean compatibles en otros aspectos de la relación total, al margen del acto sexual.

Digamos que se necesita que haya alguna química sexual entre usted y su pareja para distinguir una relación amorosa de lo que, de otro modo sería una simple amistad. La química sexual fluctuará de modo natural a lo largo de una relación. Es una especie de resonancia y sintonía. Usted y su pareja resuenan en la misma longitud de onda. Si ambas tienen la misma clase de emociones en su interior, las dos resonarán.

La atracción física es un elemento de una relación compatible, pero no será suficiente por sí sola para que usted y su pareja sean compatibles. Para que haya compatibilidad total también necesitará atracción mental, social, emocional y espiritual. De lo contrario su relación será un caso de ceguera frente al placer, basado puramente en su resonancia sexual. Por otro lado, no tomar en cuenta la falta de atracción sexual por la pareja puede destruir su relación.

La mayor parte de la programación emocional se produce cuando se es muy joven. A los 5 años de edad se recibe el 50% de la programación emocional, y a los 18 años el 95%. Se puede utilizar ese 5% restante para comprender y cambiar el otro 95%. Aún cuando el 5% de su mente consciente diga: "Deseo una pareja maravillosa, que me ame y me trate bien", el 95% restante de su mente, que es inconsciente, es la verdadera responsable de sus equivocadas preferencias amorosas. Una vez que comprenda por qué ha estado haciendo lo que ha hecho, tendrá libertad para cambiar permanentemente su comportamiento. Su programación emocional inconsciente es la responsable de buena parte del dolor que experimenta en su vida amorosa.

Si amor es igual a hogar, y hogar es igual a caos, soledad y temor, entonces amor es igual a caos, soledad y temor. Si su hogar fue inestable, es posible que busque parejas inestables que le ayuden a crear relaciones dramáticas y caóticas, que no le ofrezcan suficiente amor, afecto, atención, de modo que termine sintiéndose solo. Puede atraer a alguien que siempre le critica, le amenaza, le maltrata, de modo que siempre se sienta temeroso. Inconscientemente elige lo que le resulta familiar; de ese modo "está regresando a casa", a lo que psicológicamente conoce.

Comprometerse con alguien por razones equivocadas es una de las formas de crear relaciones poco satisfactorias, producir dolor y desilusión.

Las presiones sociales y personales son razones erróneas para entablar una relación. La actitud de que si se ha pasado cierta edad y no se ha comprometido no es normal, o por evitar la soledad, por satisfacer el apetito sexual, tener una distracción, por llenar un vacío emocional o espiritual, lo cual es incorrecto pues ninguna pareja puede llenar el vacío existencial, el cual sólo lo llena una fe trascendente en Dios, o por evitar crecer, tratando de que otras personas le cuiden y puedan depender de ellas sustituyendo a los padres, o por razones de evitar el sentimiento de culpabilidad, al tener que rechazar una relación o continuar con ella, por el sufrimiento que le causaría a la otra persona, no pensando que el mal será mayor para ambos al prolongar esa relación. Cuando se toma la decisión de estar con alguien debido a la presión que se siente tanto de uno mismo como de los demás, en lugar de porque esa persona parece la más correcta, se renuncia al propio poder y se asegura un final desgraciado para la historia de amor.
Extraído del libro:¿Eres mi media naranja?

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