miércoles, 31 de enero de 2007

Seis Cualidades de un Buen Carácter



Más que rasgos de personalidad, lo que se debería buscar y cultivar es un carácter. La clave para elegir a la persona correcta consiste en buscar una persona con buen carácter, y no simplemente con una buena personalidad. Inicialmente, la mayoría se siente atraída hacia una persona porque observamos algo en su personalidad: habilidad para hacernos reír, dulzura, interés por el deporte, etc. Aunque esos rasgos pueden ser satisfactorios, no son los que van a determinar que la relación funcione y nos haga felices. El carácter determina cómo se tratará una persona a sí misma, a usted y, algún día, a sus hijos. El carácter constituye el fundamento de una asociación saludable. Si piensa en una relación como si fuera una torta, la personalidad serían los adornos exteriores, mientras que el carácter sería la sustancia.

Seis cualidades de un buen carácter

1. Compromiso con el crecimiento personal: Esto significa que la persona se compromete a aprender todo lo que pueda acerca de cómo ser una mejor persona y un mejor cónyuge. Cuando se ama a alguien que otorga un alto valor a la realización personal, queda garantizado que su relación con esa persona será mucho más sencilla. Ya se trate de una pequeña discusión o de una gran crisis, el otro debería estar dispuesto para utilizar todo lo que pueda, dentro de la relación, para aprender más sobre cómo ser más cariñoso, comprensivo y asertivo. La relación entre ambos será una verdadera aventura hacia el crecimiento personal, en lugar de una lucha por el poder entre dos personas. Está dispuesto a recibir ayuda en forma de libros, conferencias, videos, asesoramiento profesional, etc. Muchas relaciones entran en crisis cuando uno de los dos miembros de la pareja reconoce la necesidad de mejorar y buscar ayuda y el otro se niega a participar en el proceso. Se trata de una persona consciente de sus limitaciones y puntos débiles y con esa cualidad de humildad y falta de orgullo ayudará a evitar que la relación de pareja se convierta en campo de batalla. Tiene el objetivo de perfeccionar su personalidad, y a lo largo del tiempo se ven cambios positivos y específicos en él.

2. Franqueza emocional: Una relación íntima no se basa en compartir una casa, sino en compartir los sentimientos. Esto significa que la persona tenga sentimientos, sepa lo que siente, elija compartir esos sentimientos con usted y sepa como expresar esos sentimientos ante usted. Otra forma de describir la franqueza emocional es ser capaz de demostrar el amor y el aprecio de una forma permanente. Las personas emocionalmente tacañas le obligan prácticamente a mendigar el amor, el cariño, el tiempo compartido y las expresiones de afecto. Luego esperaran que usted se sienta muy satisfecho con la pequeña migaja que le han ofrecido. La franqueza emocional permite el acceso al mundo interior y una actitud de confianza y sinceridad.

3. Integridad: La veracidad produce confianza y seguridad. Lo contrario, la mentira, produce desconfianza, inseguridad y temor. Los efectos de amar a alguien en quien no se confía son devastadores, tanto para el amor propio como para la relación amorosa. Se destruye la pasión y la intimidad. Considerar la falta de honradez como una estrategia para conseguir una ventaja revela un sistema de valores equivocados. Por lo tanto, una persona íntegra es honesta consigo misma, que no miente ni a los demás ni a sí mismo, mediante el autoengaño. Si duda de la integridad de su pareja le perderá el respeto, y le resultará difícil confiar en él. Una persona íntegra hace lo que es correcto.

4. Madurez y responsabilidad: Hay personas que no están preparadas para comprometerse en una relación. Es posible que sean encantadoras, e incluso puede que le quieran mucho. Pero si no ha alcanzado cierta madurez, usted se sentirá como si hubiera adoptado a un niño, en lugar de haber encontrado a un hombre o a una mujer. Si su pareja ha madurado suficientemente podrá mantenerse económicamente con holgura, sabrá como mantener relativamente limpio su espacio vital y sabrá cómo alimentarse. Es decir, será capaz de cuidar de sí mismo. La responsabilidad significa hacer lo que se dice que se va a hacer. Ser puntual, pagar las deudas, cumplir las promesas y los acuerdos. Es ser confiable y respetuoso. Es mucho más fácil hacer funcionar una relación amorosa cuando los dos miembros de la pareja son maduros y responsables. Busque la madurez en una persona observando el respeto que demuestre por sus sentimientos, sus límites, su tiempo, sus posesiones y las de los demás, sus empleados, su jefe, sus colaboradores, su familia, su persona y el medio ambiente.

5. Elevada autoestima: Uno de los mayores errores que cometemos al elegir pareja es enfocar la atención en lo mucho que nos ama la otra persona y en la forma en que nos trata, y no en como se trata a sí misma. Su pareja puede amarla en la medida en que se ame a sí misma. Las señales del amor propio es ver si la otra persona se siente satisfecha de si misma y se valora. La verdadera satisfacción da solidez y fuerza interior. Observar si la persona se respeta y se cuida a sí misma. Cuanto más se ame a sí mismo tanto más difícil le será maltratarse física o psicológicamente. Tampoco permitirá que otros le maltraten. Expresa la confianza en sí mismo mediante la acción en su propia vida. La alta autoestima nos inspira a correr riesgos, a perseguir nuestros sueños y tratar de llegar más allá de lo logrado. En contraste está el que muestra falta de resolución, la pareja de baja autoestima evita la acción porque le asusta la posibilidad de fracaso. Busque parejas capaces de hacer algo con sus objetivos en lugar de limitarse a hablar de ellos. Evite a las víctimas que permiten que otros le maltraten.

6. Actitud positiva hacia la vida: Hay dos clases de personas en el mundo: las que tienen una actitud positiva y las que tienen una actitud negativa. ¿A cuál de las dos elegiría? Descubra cuál es la visión del mundo de su pareja potencial. Las personas negativas enfocan siempre la atención sobre los problemas, y se le resisten las soluciones, siempre encuentran algo o alguien de quien quejarse, permiten que el temor domine su existencia, son cínicas y pesimistas sobre el futuro y no confían con facilidad en los demás. Las personas positivas enfocan siempre la atención en encontrar soluciones a los problemas que se plantean, transforman los obstáculos en oportunidades, y las adversidades en lecciones. confían en su habilidad para establecer una diferencia, creen que las cosas siempre pueden mejorar y utilizan la imaginación para cambiar la realidad. Las relaciones son mucho más fáciles cuando se está con una persona positiva. Los conflictos se afrontan con mayor rapidez; hay menos acusaciones y más cooperación. Y lo principal de todo, hay más amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario