sábado, 10 de febrero de 2007

Principios del Fomento de la Salud

1. Responsabilidad de sí mismo: La responsabilidad es el éxito en el fomento de la salud. Implica reconocer que el sujeto, y sólo él, controla su vida. Es el único que puede tomar las decisiones de las que depende si fomenta o no su propia salud con su estilo de vida. La responsabilidad en el fomento de la salud, es una cuestión muy personal y depende de los deseos y motivaciones internas de la persona.

2. Nutrición: Se ha planteado que la nutrición adecuada, es el factor más significativo, del que dependen el estado de salud y la longevidad. La conciencia nutricional implica conocimientos de la importancia de una dieta equilibrada, que aporte todos los nutrientes esenciales, así como de la relación que guarda la alimentación con las enfermedades. Se considera que una dieta saludable, incluye la sustitución de alimentos procesados y refinados, por otros naturales, además de reducciones o abstinencia en la ingestión de azúcar, sal, grasas, cafeína, bebidas alcohólicas, aditivos y preservantes químicos.

3. Manejo del estrés: El manejo y reducción del estrés, se han convertido en aspectos importantes del fomento de la salud, en la medida de que los estudios han demostrado los efectos dañinos que tiene el estrés en la salud y su relación de causa y efecto con las enfermedades infecciosas, los accidentes de tránsito y algunos padecimientos crónicos. El estrés forma parte del estilo de vida de las personas. Se ha vuelto inevitable en las sociedades urbanas y tecnificadas, en que son excesivos los niveles de productividad impuestos. De tal manera, cada vez se hace más énfasis en alentar a las personas para que manejen el estrés y redúzcanle que tiene efectos dañinos. Técnicas como la relajación, el ejercicio físico y la modificación de las situaciones que causan estrés, se incluyen con frecuencia en los programas de fomento de la salud que se relacionan con el propio estrés.

4. Ejercicio físico: El acondicionamiento físico, es otro aspecto importante del fomento de la salud. La relación que hay entre ambos, ha sido tema de investigaciones numerosas. Se ha observado que la práctica constante de un programa de ejercicio físico, puede fomentar la salud, gracias a que mejora el funcionamiento del aparato circulatorio y respiratorio, disminuye las concentraciones de colesterol y lipoproteínas de baja densidad, reduce el peso corporal por aumento del gasto de calorías, demora cambios degenerativos, como la osteoporosis, y mejora la flexibilidad, fuerza y resistencia muscular general. A pesar de estas ventajas, el ejercicio físico puede ser dañino si no se inicia de manera gradual y se aumenta con lentitud, de conformidad con la respuesta del organismo. Debe estructurarse un programa de ejercicios para cada persona, tomando en cuenta su edad, estado físico y factores de riesgo cardiovascular conocidos a que esté sujeto. Un programa apropiado de ejercicios físicos, puede tener un efecto positivo de importancia en el funcionamiento general de la persona, en su aspecto externo y en su estado general de salud.

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