jueves, 1 de febrero de 2007

TESTIMONIO: AUTODESCRIPCION

Me llamo Rubén, mido 1.80, peso 70 kgs. Tez blanca, ojos marrones y pelo castaño. Tengo buena salud general. Me siento una persona equilibrada, reflexiva, de sólidas convicciones y principios.


Soy licenciado en Teología, en Educación Física y soy Orientador. Me considero una persona intelectual, afectuosa, optimista, sincera y con un especial sentido del humor. Las dificultades las enfrento con entereza, determinación y sabiduría. Soy tenaz y persistente en mis metas. Me gusta ser sociable y amistoso con todos, aunque cultivo unas pocas amistades más íntimas y cercanas. Me gusta ayudar a la gente y hacerlas sentir bien. Me agrada conocer personas diferentes e interesantes, sobre todo si puedo aprender algo bueno de ellas.

Me gusta participar de actividades constructivas y sencillas. Estar en contacto con la naturaleza, ver un amanecer, una puesta de sol, jugar con un niño, reír y cantar; conversar con gente de edad y con gente joven; con gente instruida o simple.

No me gustan las injusticias y trato de hacer valer mis derechos y el de los demás. Las ofensas no me afectan, pues las paso por alto, ya que nadie igual a ti te puede ofender, el orgullo nos ofende, sea propio o de la otra persona. Siento que la indiferencia de los demás no es más que un mecanismo psicológico de defensa, motivado por el prejuicio, que tiene sus bases en el temor y la ignorancia. Creo que mucha gente tiene problemas de personalidad y psicológicos, por lo cual actúa con egoísmo, violencia, orgullo y vanidad. La desconfianza es un miedo a ser dañado que a mucha gente la aísla y paraliza, pero yo trato de que no me domine en forma injustificada e irracional. Para ello trato de conservar una buena salud mental y espiritual, llevando una vida en armonía con la naturaleza de mi propio ser, evitando la vida artificial y malsana, lo que significa ir contra la corriente de la sociedad, muchas veces.

Cuando conozco a alguien digno de admiración, se lo hago saber, y procuro su influencia y buena compañía. Procuro, además, entregar siempre lo mejor de mí. Trato siempre de desarrollar mis capacidades y fortalecer mis puntos débiles y confirmar mis puntos fuertes. Me encanta estudiar, leer, investigar, analizar temas de interés, explorar la naturaleza, ver documentales educativos y culturales, disfrutar del buen arte, hacer ciencia y experimentos, tocar instrumentos musicales, escuchar buena música, especialmente clásica o instrumental orquestada, leer y escribir poesías, estudiar idiomas, psicología, medicina, historia, teología, pedagogía, sociología, economía, botánica, zoología, microbiología, astronomía, etc. Me gusta la enseñanza, la oratoria, el deporte y recreación saludable; fui campeón de Chile en atletismo. Prefiero el agua pura, las frutas, verduras y legumbres, pues soy vegetariano.

Procuro ser amable y respetuoso; me gusta la cortesía nacida del corazón y no fingida. Lo mismo que el afecto y amor sincero, lo cual trato de entregar y perfeccionar en su calidad. En este sentido, especialmente, soy sincero, autentico, espontáneo y natural.

Con las personas que logro cultivar una amistad soy afectuoso y cálido. Me agradan mucho las actitudes de paciencia, bondad, alegría, autocontrol, humildad, perseverancia, fe, esperanza y amor. Por eso, admiro y simpatizo con las personas que manifiestan estas cualidades, y por lo mismo, procuro cultivarlas y desarrollarlas en mí.

Me gusta tocar el piano, la guitarra, dibujar, pintar, escribir, caminar, ir a la playa, al valle o a la montaña, viajar, la fotografía, el atletismo, el baloncesto y muchas otras actividades constructivas. Yo le doy mucha importancia al cuidado de la salud y al uso sabio de mis capacidades. Admito francamente que el respeto a las leyes de la salud, contribuye al buen funcionamiento del ser entero. Es por eso que no fumo, no consumo bebidas alcohólicas ni ingiero drogas o tóxicos. Mi formación espiritual ha creado en mí una autentica repulsión hacia estas dependencias. Encuentro que hay gozo en una vida sencilla y saludable, con una alimentación sana, con ejercicio, recreación, trabajo útil, descanso adecuado y servicio desinteresado en favor de los demás. Me gusta ser comunicativo, mirar a las personas a los ojos y tratar de comprenderlas. Me agradan las relaciones sociales. Creo que la mejor forma de combatir la soledad es hacer algo por los demás.

Yo soy de Chile, de la ciudad de Arica, donde tengo un restaurante, mi casa, mi familia y buenos amigos. Mi cumpleaños es el 15 de Abril. Sí, Dios me ha bendecido de una manera que tú no te imaginas. No tengo todo lo que amo, pero amo todo lo que tengo.

No pretendo ser superior a nadie. Por el contrario, admito mis propias limitaciones, pero trato de desarrollar un ambiente de agradable comprensión con la gente que me rodea y cuidar el medio ambiente natural, evitando contaminarlo.

Aunque acepto principios considerados austeros, hasta cierto punto, para muchos, lo hago alegre y voluntariamente. Me ocupo de muchas actividades que me brindan una vida intensa, vibrante y llena de sentido. El placer de servir me deja satisfecho, en paz con mi prójimo, conmigo mismo, con la naturaleza y con Dios.

Trato de equilibrar el sentido de la responsabilidad y trabajo, con ocasionales períodos de recreación. No soy perfecto, es claro, lo sé, pero, para enfrentar mis debilidades hago del compañerismo con Cristo una fuente de poder y buena voluntad, de segura comprensión, de amor, paz y nuevas energías para vivir.

No soy ajeno a la enfermedad, a la muerte, a la pobreza y dolor que me rodea, y que a veces se presenta en mi vida, pero veo más allá de la superficie de las contingencias que implica la vida en esta tierra. Sé que el mal es un enemigo vencido, que la muerte ya no es temible y que hay vida más allá. Y aunque participo de las actividades, preocupaciones, perplejidades y gozos en este mundo, respiro una atmósfera diferente, pues vivo con los pies en la tierra, pero con la mirada en el cielo, pues sé que Cristo volverá muy pronto, para poner punto final a esta larga y accidentada historia de la miseria humana. Por lo demás, creo que es la única solución real a los innumerables problemas humanos. Por ello quiero compartir mi alegría, fe y esperanza en las promesas de Dios, como las que hace Jesús: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis” (S.Juan 14: 1-3).

Mi libro de cabecera es la Biblia. Ella me descubre maravillosos horizontes. Es por esta razón, que difícilmente estaré sin orientación, sin ideales o sin definiciones. Sostengo que para vivir una vida auténtica, es necesario recurrir a los ilimitados recursos del amor divino demostrados en el Calvario, y mantener la esperanza del regreso de nuestro Señor Jesucristo, quien pronto traerá una felicidad completa para toda la eternidad. Esta es la verdadera y definitiva motivación en la vida, y el prepararse para ese encuentro, el objetivo a seguir. Mi lema es: “el amor de Cristo nos constriñe” (2 Corintios 5:14). La alegría, la fe y el optimismo forman parte de mi vida.

A pesar de mis limitaciones y defectos, sé que Dios me ama y acepta como soy; ofreciéndose a ayudarme a superarme y a darme una vida cada vez mejor. Soy conciente de que no soy el que debiera ser, tampoco soy el que pudiera ser, ni soy el que quisiera ser, pero por la gracia de Dios, soy el que soy, y no he recibido en vano su gracia y amor.

Bueno, a las personas hay que aceptarlas como son, nadie puede ser igual a otro y nadie puede ser igual a ti. Es por eso que tenemos que ser tolerantes y contribuir, de esa forma, a la paz y al amor en el mundo.

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