miércoles, 6 de agosto de 2014

LECCIÓN 10: ¿CÓMO CONOCER LA IGLESIA VERDADERA?


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LECCIÓN 10: ¿CÓMO CONOCER LA IGLESIA VERDADERA?

        Hoy en día, teóricamente, existen unas 9 religiones y por lo menos unas 3000 subdivisiones, sólo dentro de la religión cristiana en el mundo. Dentro de la religión cristina tenemos la Iglesia Católica, la Iglesia Bautista, la Iglesia Metodista, la Iglesia Presbiteriana, la Iglesia Luterana, la Iglesia Asamblea de Dios, la Iglesia Pentecostal, la Iglesia Adventista, etc. El pobre hombre de nuestro siglo queda perdido entre tantas religiones y piensa: ¿Cuál es la verdadera iglesia de Dios en esta tierra? ¿Podemos encontrar luz en la Biblia en relación a cuál es la verdadera iglesia de Dios?

 En Apocalipsis 12, encontramos una simbología de la iglesia verdadera de Dios en esta tierra. “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (Apocalipsis 12:1).   La mujer en la Biblia simboliza iglesia; el sol en la Biblia es un símbolo de la justicia de Cristo. O sea, esta es una iglesia vestida de la justicia de Cristo. Una iglesia que cree en el Señor Jesús, una iglesia que cree que su salvación depende del sacrificio de Jesús en la cruz. Tiene la luna debajo de sus pies; vale decir, esta iglesia tiene su fundamento en la luna. Pero Apocalipsis es un libro simbólico; ¿qué simboliza la luna? La luna refleja la luz del sol, y el sol es Cristo. ¿Qué es lo que refleja las enseñanzas de Cristo aquí en la tierra? ¿Dónde encontramos las enseñanzas de Cristo aquí en la tierra? En la Palabra de Dios. La luna es el símbolo de la Palabra de Dios. Es decir, la iglesia verdadera en esta tierra, tiene toda su enseñanza y doctrina fundamentada en la Palabra de Dios; simbolizada por la luna y está vestida de la justicia de Cristo. La corona de doce estrellas sobre la cabeza de la mujer, representa a los doce discípulos que dieron origen a la iglesia cristiana. 

        A lo largo del capítulo 12 de Apocalipsis, nosotros encontramos el desarrollo de la historia de la iglesia.   Aparece un dragón, que es símbolo del enemigo de Jesús, el Diablo. “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él” (Apocalipsis 12:9). Aquí está el dragón persiguiendo a la iglesia. En todo el capítulo doce, encontramos como Satanás quiere destruir a Jesús cuando nació, como persiguió a los santos de la iglesia y como trató de acabar con la iglesia de Dios en esta tierra.


        “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17). Satanás fue a hacer guerra contra la iglesia remanente. Y la iglesia de Dios de nuestros días tiene dos características, según este versículo. Nosotros no encontramos en la Biblia el nombre de la iglesia  de Dios, pero sí encontramos las características de la verdadera iglesia de Dios en esta tierra. La primera  característica, es que crea en Jesús y le acepte como Señor y Salvador personal, que predique a Jesús; su mensaje y enseñanza, su fe y doctrina, y que  tenga comunión con él.

        La segunda característica, es que guarde u obedezca los mandamientos de Dios. Si la iglesia no tiene estas dos características, o sólo tiene una de ellas, entonces no es la iglesia de Dios revelada en el libro de Apocalipsis. En esta tierra existen sólo dos iglesias: la iglesia de Jesús, y la iglesia del enemigo de Jesús. En sus parábolas, Jesús enseño que cuando él venga solo habrán dos grupos: las ovejas y los cabritos; no dice ovejas, cabritos, jirafas, rinocerontes, no. Vírgenes prudentes y vírgenes insensatas; trigo y cizaña, los salvados y los perdidos. La iglesia vestida de blanco, que es la iglesia de Jesús, y la iglesia vestida de rojo, que es la del dragón. La iglesia de Dios y la iglesia de los hombres. La iglesia de la montaña, que es de Dios, y la iglesia del valle, que es del enemigo de Dios. No hay varias iglesias, no hay varias opciones. Sólo hay dos. Y si tú no escoges la iglesia de Dios, ya escogiste, y es la iglesia que no es de Dios. Muchos piensan que basta con escoger una iglesia que hable de Jesús y que tenga buenas intenciones, por eso muchos dicen así: “Todas las iglesias llevan a Dios”, pero esto no es verdad. Verdad es que en todas las iglesias, en todas las filosofías y en todas las religiones, existen sinceros y verdaderos hijos de Dios. Eso es verdad. Pero es mentira que por todas las iglesias se pueda llegar a Dios, porque Dios tiene sólo una iglesia.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Si el Dios de la Biblia señala: “Así dice Jehová”, y una iglesia dice, hablando en el nombre de Dios, que Dios dice lo contrario, entonces ese es otro dios, falso, porque Dios no puede contradecirse. Y Dios en estos momentos está llamando a sus hijos de todos lados, de todas las filosofías, de todas las iglesias y de todas las religiones, para unirse a su única y verdadera iglesia en esta tierra. ¿Y cuál es esa iglesia? Están escritas las características: cree en el señor Jesús y guarda los mandamientos.

        Las iglesias, hoy en día, quieren sólo el nombre de Jesús, y eso estaba profetizado. “En aquel tiempo siete mujeres echarán mano de un hombre, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan y nos vestiremos de nuestras ropas. Solamente permítenos llevar tu nombre. ¡Quita nuestra deshonra!” (Isaías 4:1). Esto significa que muchas iglesias echaran mano de Jesús, pero no aceptarán el pan de la Palabra de Dios, no quieren sus enseñanzas, no quieren su doctrina. Ellas comerán su propio pan, o sea, ellas quieren tener su propia doctrina, sólo quieren llevar el nombre de cristianas. Pero Jesús dice:   “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:1). No basta con decir: “Gloria a Dios, Aleluya”, no basta con cantar a Jesús, no basta decir que se cree en Jesús. Buenas intenciones no salvan a nadie. El camino al infierno está lleno de buenas intenciones, y tus buenas intenciones terminan cuando recibes la luz. Si estabas en ignorancia podrías ser considerado inocente, pero si te llegó la luz de la verdad, hasta allí no más llegó tu inocencia y sinceridad. Ahora tienes que tomar una decisión, de unirte o no a la iglesia de Dios.

¿Si hay una sola Biblia, y todas las iglesias cristianas tienen su Biblia abierta, por qué hay tantas religiones? Porque los seres humanos no estamos decididos a obedecer lo que Dios dice. En vez de ajustar su manera de vivir y de pensar a la Biblia, ajustan la Biblia a su manera de pensar y de vivir. Por algún motivo Dios permitió que la luz del evangelio llegase a tu vida. En estos momentos tú no eres más inocente ni sincero. Tu inocencia sinceridad acaba en el momento en que la luz te llega, y la luz te llegó. Ahora es asunto de estudiar la Biblia sin discutir con Dios y ajustar tu vida a la Palabra de Dios, extenderle tu mano a Dios y decirle: “Señor, llévame por tus caminos”. No tienes que seguir a hombres, tienes que seguir a Jesús, y yo oro para que cuando él venga, tú puedas mirarlo a los ojos con alegría y abrazar a tu Salvador.
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1 comentario:

nehemias dijo...

que pasaria con la iglesia en la historia?

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